Los grupos medioambientales de Reino Unido están indignados ante un negocio de Marks & Spencer, parece ser que adquiere ajos cultivados y pelados en China, después enviados a Reino Unido para ser envasados en plástico desechable y posteriormente comercializados en Bélgica. El impacto energético y medioambiental es elevado, además, se trata de ajos de dudosa frescura que se comercializan a precios desorbitados, a 1 euro los 50 gramos.
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