viernes, 4 de marzo de 2016

El maíz convencional rinde tanto o más que el maíz transgénico

Rendimiento del maíz transgénico

Hace un par de días nos hacíamos eco de una investigación desarrollada por expertos de la Universidad de Purdue, cuyo cometido era averiguar qué ocurriría si se prohibieran los alimentos transgénicos en Estados Unidos. Según los resultados, vetar el cultivo de alimentos modificados genéticamente provocaría un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero, un aumento del gasto energético y una significativa reducción del rendimiento de las cosechas. Hablando del maíz, los expertos consideraban que se produciría una caída del rendimiento de un 11’2%, lo que se traduciría en un aumento del precio del maíz y de los alimentos que se elaboran con él.

Pues bien, se acaba de presentar un estudio desarrollado por el Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón en el que se ha estudiado la evolución del cultivo de maíz modificado genéticamente y del maíz convencional. Los resultados muestran que el maíz convencional rinde tanto o más que el maíz transgénico, contradiciendo algunas de las conclusiones proporcionadas por la investigación antes citada.

Las conclusiones del estudio titulado “Transferencia de resultados de la red de ensayos de maíz y girasol en Aragón. Campaña 2015” que podéis leer aquí (Pdf), son bastante reveladoras, los expertos explican que en el rendimiento de las dos variedades de maíz, transgénico y tradicional, apenas hay diferencias, pero en algunos casos el maíz modificado genéticamente rinde menos, situándose la producción por debajo de los 12.000 kilos por hectárea, lo que se traduce en un nulo beneficio para el agricultor.

Cuatro de las cinco variedades que no alcanzaron ese rendimiento mínimo de 12.000 kilos por hectárea eran transgénicas, lo que representa tener pérdidas, ya que a partir de esa cantidad es cuando se pueden generar beneficios. En relación al seguimiento realizado durante seis años a 20 variedades de maíz (13 transgénicas), los expertos explican que se controlaron diversos parámetros, los tratamientos recibidos, la fertilización, el ataque del taladro o barrenador, la producción de la cosecha, etc. Durante estos seis años, los daños ocasionados por el taladro no fueron relevantes, lo que permitió realizar una evaluación del rendimiento evitando la supuesta ventaja química que tiene el maíz transgénico, razón principal por la que se opta por su cultivo.

Los investigadores comentan que en ausencia de plagas, ambas variedades muestran toda su capacidad productiva. Los resultados son los comentados, el rendimiento de maíz tradicional y transgénico es similar, siendo este último más bajo en algunos casos. Al respecto merece la pena recordar lo que explicaba Pere Arús, investigador agroalimentario del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Alimentaria), el experto comentaba que los trabajos e investigaciones realizadas durante los últimos años demostraban que el maíz transgénico es hasta un 15% más productivo, especialmente en aquellas zonas donde existe taladro. En cambio en aquellos campos de cultivo donde no hay plaga de taladro, el maíz transgénico no era más productivo, ahora además hay que apuntar que según el nuevo estudio, su cultivo incluso rinde menos.

A estos resultados hay que sumar este informe elaborado por COAG sobre Seguridad Agraria y Biotecnologías que hemos conocido aquí, en el que se destaca que tras 16 años de cultivos transgénicos en nuestro país, todavía no se han podido contrastar los supuestos beneficios que ofrecen. Todos los ensayos realizados año tras año muestran que los cultivos transgénicos no son más productivos que las variedades convencionales, incluso en aquellos años en los que se han producido plagas significativas de taladro. Las empresas biotecnológicas siempre han mantenido que el rendimiento de este tipo de cultivos es mayor, e incluso han llegado a afirmar que gracias a estos alimentos se podría paliar el hambre en el mundo, sin embargo, el informe sobre el rendimiento obtenido no lo demuestra.

Para COAG, el cultivo de maíz transgénico o maíz Bt no se traduce en ganancias, sino en pérdidas económicas, ya que se debe pagar patentes, herramientas y productos fitosanitarios específicos, etc., lo que provoca el encarecimiento de esta variedad que en términos de rendimiento, no destaca con respecto a la variedad tradicional. COAG comenta que además que en aquellas zonas de cultivo intensivo es necesario utilizar más productos fitosanitarios debido a la resistencia que generan malas hierbas e insectos. Al respecto os recomendamos retomar la lectura de este post en el que tratábamos la desaparición de los beneficios del maíz transgénico.

Quizá los agricultores deberían plantearse abandonar las variedades transgénicas si pretenden obtener mayor rendimiento, incluso apostar por las variedades ecológicas que cada vez son más demandadas por los consumidores. Esperaremos al próximo informe sobre el crecimiento de los cultivos transgénicos en España para comprobar si los agricultores aragoneses abandonan el maíz Bt para intentar incrementar el rendimiento de sus cultivos, y por tanto, los ingresos económicos.

Foto | USDAgov

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