Según un nuevo estudio realizado por la NLWA, a los consumidores londinenses no les gusta la corteza del pan, lo que se traduce en un desperdicio de unos 254 millones de cortezas y restos de pan, equivalentes a unos 13 millones de panes. Por ello, se ha puesto en marcha la campaña 'Save a Crust', que pretende enseñar a los consumidores a aprovechar esas cortezas que desechan para hacer recetas sorprendentes y ricas.
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