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jueves, 3 de marzo de 2016

Los refrescos y bebidas azucaradas son más peligrosas de lo que imaginamos

Consecuencias para la salud por el abuso de bebidas azucaradas

Durante años se ha hablado de los problemas que puede ocasionar para la salud el abuso de los refrescos y bebidas azucaradas, investigadores y organizaciones de salud pública han intentado concienciar a la población para que reduzcan el consumo, y durante la última década los mensajes parecen haber empezado a calar entre la población. Tomando como referencia Estados Unidos, la venta de este tipo de bebidas desde el año 1990 se ha reducido en un 25%, los estadounidenses optan por el consumo de agua mineral, carbonatada, con sabor, etc. De hecho, la venta de agua embotellada ha alcanzado niveles sin precedentes, superando al consumo de refrescos. Según este estudio, el agua es la alternativa preferida para sustituir a los refrescos y bebidas azucaradas, de ahí que las ventas se hayan incrementado considerablemente.

Para algunos expertos es un éxito de la salud pública, pero en muchos aspectos consideran que la batalla no ha hecho más que empezar, advierten que los refrescos y bebidas azucaradas son más peligrosas de lo que imaginamos. Según algunas investigaciones, los estadounidenses siguen portando al organismo una gran cantidad de calorías diarias a través de los refrescos, las bebidas deportivas y energéticas, zumos y otras bebidas azucaradas. En esta investigación de la Escuela Friedman de la Universidad de Tufts se concluía que el consumo de estas bebidas provocaba unas 184.000 muertes anuales en todo el mundo a causa de enfermedades como la diabetes, enfermedades cardíacas, obesidad, etc. Los expertos comentan que al margen de estos resultados, sin sufrir sobrepeso u obesidad, se está descubriendo que los refrescos pueden hacer más daño de lo que imaginamos.

Para los expertos la prioridad es poner en marcha un plan de prevención, los nutricionistas son reacios a demonizar un alimento o bebida en particular, pero lo cierto es que se ataca directamente al grupo de las bebidas azucaradas. ¿Qué las diferencia de otros productos como por ejemplo los caramelos y golosinas que tienen exceso de azúcar y que no son saludables?, es sencillo, son el caramelo líquido que se ha incluido de forma habitual en la dieta, algo que no ocurre con las golosinas u otros alimentos azucarados cuyo consumo es esporádico. Se trata de una fuente líquida de calorías que se consume a diario e incluso varias veces al día.

Algunos estudios, como el desarrollado por el Instituto Nacional del Cáncer en el año 2010, muestran que los niños con edades de entre 14 y 18 años reciben hasta cuatro veces más calorías a través de refrescos, zumos de fruta industriales y bebidas energéticas, siendo la principal fuente calórica de las dietas. Los refrescos azucarados lanzan ráfagas de azúcar a la sangre, son repetidos picos de azúcar que conducen a la resistencia a la insulina. Por otro lado, se ha demostrado que estas bebidas, a pesar de su carga calórica, no satisfacen el hambre, por lo que la ingesta de alimentos sólidos se mantiene o incluso es mayor, aportando más calorías al organismo.

Algunos expertos comentan que el cuerpo recibe una gran dosis de hidratos de carbono refinados, se produce una digestión muy rápida y una disminución de la capacidad para poder compensar las calorías adicionales que se ingieren. Los investigadores y otros organismos de salud comparan la lucha contra este tipo de bebidas con la batalla contra las grandes tabacaleras. Primero se ha tenido que demostrar que estas bebidas son peligrosas para el organismo, a pesar de que la industria insiste en decir que no existen evidencias científicas de los efectos perjudiciales del consumo de refrescos. Niegan los resultados de las investigaciones que se han realizado y culpan a otros alimentos de la dieta, a la falta de ejercicio físico y al sedentarismo, del problema del sobrepeso y la obesidad.

Los refrescos se asocian a diferentes enfermedades

Coca Cola comentó en su momento que los consumidores estaban demasiado obsesionados con el sobrepeso y la obesidad, manifestando su deseo de que dejen de preocuparse por las calorías que ingieren y presten más atención al ejercicio físico como la mejor opción para tener un peso saludable y no sufrir algunas enfermedades. En agosto del año pasado proponía que las revistas médicas y científicas, los medios sociales y otros canales informativos, ayudasen a los científicos a correr la voz de que la compañía estaba prestando apoyo financiero y logístico a Global Energy Balance Network, una organización sin ánimo de lucro creada recientemente con el objetivo de identificar e implementar soluciones innovadoras basadas en la relación entre el consumo de energía y el gasto energético.

Lamentablemente para Coca Cola, la organización Global Energy Balance Network tuvo que cesar su actividad por su culpa, ya que se demostró que Coca Cola había contribuido económicamente con esta organización y había intentado influir en ella intentando que cambiara la declaración de objetivos delatando que la compañía tenía una clara intención de inclinar la balanza a su conveniencia. Parecía que Global Energy Balance Network pretendía desplazar el centro de atención de la dieta hacia la falta de ejercicio como principal causa de la obesidad, de este modo las bebidas azucaradas y refrescos quedarían en un segundo plano. Algunas organizaciones científicas se indignaron y declararon que existen evidencias claras y constatadas en la relación de causalidad entre las bebidas azucaradas y la obesidad, así como la necesidad de realizar ejercicio.

Son muchos estudios los que han mostrado una relación entre el consumo de bebidas azucaradas y el aumento de peso, algo que a su vez es un factor de riesgo importante para sufrir enfermedades como la diabetes o problemas cardiovasculares. Existe una gran cantidad de documentación científica que apunta a este caramelo líquido incluido en la dieta habitual como una de las principales causas de muchas enfermedades. Se puede citar como ejemplo este estudio publicado en la revista Journal of Hepatology, en el que se concluía que tomar bebidas azucaradas de forma habitual, podía aumentar el riesgo de sufrir la enfermedad del hígado graso no alcohólico (esteatosis hepática no alcohólica), se trata de la acumulación de grasa en el hígado que no ha sido causada por el consumo de alcohol, siendo el sobrepeso y la obesidad los principales factores de riesgo de esta enfermedad. La lista de enfermedades asociadas al abuso de las bebidas azucaradas es mucho mayor de lo que imaginamos.

Quizá en Estados Unidos esté reduciéndose la venta de este tipo de bebidas, pero el problema es de carácter global y algunos países sufren mucho más las consecuencias para la salud. Hay investigaciones muestran que un 75% de las muertes por diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, etc., se producen en los países de bajos y medianos ingresos, apuntando que la causa es el abuso del consumo de bebidas azucaradas y refrescos. Así mismo, el volumen de personas que sufren todo tipo de enfermedades por esta causa es elevado. No es extraño que en países como México, con un elevado índice de mortalidad atribuible al consumo de estas bebidas, haya puesto en marcha medidas como el impuesto de los refrescos a fin de intentar reducir su consumo. Quizá la medida más efectiva sería obligar a estas compañías a reformular sus productos.

Para quienes defienden la salud pública, es una buena noticia que la venta de refrescos esté en declive, que los consumidores opten por bebidas más saludables como las variedades de agua, siendo esta bebida la mejor opción para evitar las calorías líquidas vacías. Lo cierto es que queda mucho por hacer hasta lograr que la población se conciencie y consuma de forma muy esporádica el denominado caramelo líquido. Os recomendamos leer al completo el artículo publicado en la página web de la Universidad de Tufts, muestra muchos más datos sobre los peligros que encierran los refrescos y bebidas azucaradas para la salud.

Foto 2 | Guillermo Moratalla

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