Una de las salsas que más nos gustan es la que se consume tradicionalmente con los calçots, una elaboración tradicional de la cocina catalana que se elabora con un tipo de cebolla tierna que se somete a un sistema de cultivo especial, os hablábamos de ello aquí, pero seguro que ya los conocéis. Los calçots se comen mojando en la salsa romesco, compuesta por tomates, ajos, avellanas, almendras, ñoras… Si no habéis hecho nunca esta salsa os recomendamos que la probéis cuanto antes, aunque hayáis consumido algunas comerciales, la vuestra la superará.
Es una salsa tan sabrosa que sólo con un trozo de pan ya se disfruta, sobre todo si ese pan se ha tostado en las brasas en las que se han asado los calçots… pero eso no es fácil en una cocina doméstica, de todas formas en una tostada hecha en el horno o sobre una rebanada de pan tierno también os va a gustar. Pero lo que realmente os queremos transmitir hoy es la cantidad de platos que la salsa romesco puede enriquecer, pues no sólo alegra a las mencionadas cebollas….
Así que a continuación os dejamos con algunas ideas para disfrutar de la salsa romesco casera, con verduras, con pescado, con carne… veréis que va bien con casi todo. Si queréis nuestra receta de salsa romesco podéis obtenerla aquí, os la recomendamos, pero ya sabéis que podéis adaptarla a vuestro gusto si queréis que sea un poco más ligera, un poco más o menos picante, con un toque ácido más pronunciado. Ya nos contaréis qué os parece.
Cuchara de romesco con crujiente de queso
Ensalada de garbanzos con aguacate y salsa romesco
Arroz con sepia al romesco
Pulpo a la parrilla con cogollos y salsa romesco
Brochetas de sepia con salsa romesco
Bacalao con pisto y salsa romesco
Bacalao con gambas, berenjena y romesco
Conejo con cebolla dulce y romesco
Lomo relleno con calçots
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