Según un informe de la Beverage Marketing Corporation (Corporación de Comercialización de Bebidas) y la International Bottled Water Association (Asociación Internacional de Agua Embotellada), el consumo de agua embotellada en Estados Unidos ha superado por primera vez al consumo de los refrescos y de cualquier otra bebida envasada, lo que refleja una clara tendencia de cambio.
Cada vez son más los consumidores que optan por bebidas asociadas a la salud como puede ser el agua, los datos de consumo así lo demuestran. El año pasado el volumen de ventas de agua embotellada se incrementó en un 9%, el consumo per cápita anual se estableció en 147’6 litros, mientras que el consumo de refrescos se situó en 145’7 litros. A finales de la década de los 90 el consumo medio de refrescos se situaba en 180’2 litros, como se puede apreciar, la diferencia es significativa. El consumo de agua ha ido creciendo año tras año, acelerándose especialmente en los tres últimos años.
Un dato significativo que merece la pena destacar, es el hecho de que durante los últimos 11 años el volumen del consumo de refrescos ha ido disminuyendo, no es extraño que las compañías fabricantes de refrescos hayan intensificado su actividad en el envasado y comercialización de agua en los últimos años. Según una encuesta realizada por la Asociación Internacional de Agua Embotellada (IBWA), un 86% de los consumidores estadounidenses compra agua de forma regular, comportamiento que crece a medida que los consumidores se preocupan más por la salud.
Según los datos del estudio de la BMC (Bottled Water Association), desde el año 1977 el volumen de ventas de agua embotellada ha ido creciendo de forma sostenible salvo en el año 2008 y 2009, donde se experimentó un ligero descenso, pero no explican la razón de ello. El caso es que comentan que antaño, era inimaginable ver estadounidenses caminando o llevando en el coche una botella de agua, ahora es algo habitual, el agua es la bebida preferida para aquellos que desean reducir la ingesta de calorías y evitar los edulcorantes artificiales, además, se considera una bebida refrescante, hidratante y totalmente natural.
A principios del año pasado conocíamos un informe de Mintel en el que se destacaba que la venta y consumo de agua embotellada está aumentando de forma significativa en Estados Unidos, destacando que el agua era un negocio al alza y no solo en este país, en muchos otros países del mundo. El preciado líquido se ha convertido en un bien deseado por las grandes compañías (las mismas que comercializan los refrescos), buscan continuamente fuentes de agua mineral natural para explotar y así garantizar el suministro y los beneficios. También crecen de forma significativa la venta de las aguas con sabor y aguas carbonatadas, alternativas elegidas por aquellos consumidores que consideran que el agua resulta insípida y es aburrida.
La Asociación Internacional de Agua Embotellada (IBWA) explica que la huella ambiental del agua embotellada es más pequeña que en cualquier otra bebida envasada, comenta que se trata de una industria muy eficiente, ya que utiliza envases de plástico (PET) 100% reciclables. Sin embargo, varias organizaciones ecologistas denuncian desde hace algunos años que este negocio provoca un gran daño ambiental, un enorme desperdicio de recursos y además afecta a la salud, de ello hablábamos en este post titulado “El coste oculto del agua”. La industria del agua embotellada respondió negando las acusaciones, destacando que la industria del agua embotellada ha liderado el reciclaje siendo la primera industria en establecer sistemas de recogida para ello.
Merece la pena recordar que otro segmento que está creciendo rápidamente es el de las aguas de origen vegetal, en el año 2016 este segmento experimentó un crecimiento del 21%. Se prevé que las aguas de coco, de arce, de cactus, de abedul, etc., mantenga un ritmo de crecimiento elevado, en casos como el del agua de arce, se espera que para el 2020 se triplique su volumen de mercado. Este segmento, de momento, es muy pequeño comparado con el volumen de negocio del agua tradicional, pero las grandes compañías ya han centrado su atención en el, ya que se puede convertir en un serio competidor que puede hacer frente a las denominadas aguas con sabor, variedad que comercializan estas grandes compañías.
En definitiva, el agua, sea la variedad que sea, aumenta su volumen de negocio año tras año, mientras que la industria de los refrescos sufre un retroceso paralelo, aunque en realidad es posible que no les importe mucho, ya que estas compañías también dominan el mercado del agua embotellada, lo que dejan de ganar por un lado, lo ganan por otro. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este artículo en la página de Beverage Marketing Corporation.
Foto 1 | Quinn Dombrowski
Foto 2 | jenny downing
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