Os traemos otra versión de nuestra clásica tarta de queso, es muy sencilla pero os va a gustar el toque de caramelo que incorpora, no que le acompaña, como por ejemplo en esta Tarta de queso y caramelo (que también os recomendamos probar si no la habéis hecho ya). Para hacer la tarta de queso y toffee vais a necesitar queso crema, yogures, huevos, un poco de harina, azúcar y pasta de toffee.
En esta ocasión hemos utilizado una pasta comercial, pero seguramente sabéis que podéis hacer el toffee fácilmente en casa, aquí tenéis la toffee compartimos con vosotros. Para obtener una tarta de una altura media os recomendamos utilizar un molde redondo de 20 centímetros de diámetro, pero también se puede hornear esta tarta de queso y toffee en un molde rectangular (cake) y por supuesto, en moldes individuales si queréis hacer una presentación especial para vuestros invitados.
Ingredientes (Molde 20 cm.)
250 gramos queso crema, 375 gramos de yogur, 3 huevos M, 25 gramos de pasta de toffee, 100 gramos de azúcar, 50 gramos de harina, c/n de mantequilla.
Elaboración
Pon en un cuenco el queso crema, el yogur, los huevos, la pasta de toffee, el azúcar y la harina, bate con la batidora de mano eléctrica hasta obtener una crema fina y homogénea, tápala y déjala reposar.
Mientras tanto, precaliente el horno a 175º C con calor arriba y abajo, y prepara el molde, simplemente úntalo con un poco de mantequilla para facilitar el desmoldado.
Vierte la masa de la tarta de queso en el molde engrasado e introdúcelo en el horno. Hornea durante 30-35 minutos aproximadamente, hasta que la tarta esté cuajada, puedes comprobarlo pinchando con un palillo de madera, si sale limpio, puedes retirar la tarta del horno.
A veces también conviene retirar las tartas del horno cuando el palillo aún se ensucia, pero muy poco, pues con el propio calor interior se termina de cocinar, y pueden resultar más jugosas y cremosas.
Retira la tarta del horno y pósala sobre una rejilla para que se enfríe a temperatura ambiente. Una vez fría, puedes pasarla desmoldada al frigorífico para que repose. El mismo día que se hace está muy rica, pero al día siguiente aún lo está más.
Emplatado
Corta las porciones de tarta en cuñas y sírvelas en los platos de postre con alguna galleta crujiente que sea de tu agrado. ¡Buen provecho!
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