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martes, 24 de abril de 2018

El pescado de Hong Kong tiene un contenido de microplásticos mayor que la media internacional

Plásticos en los alimentos marinos

Según una investigación desarrollada por la Universidad de Hong Kong de la que se hace eco Greenpeace Asia, el 60% del mújol, una especie de pez que habita en las aguas costeras de la mayoría de las regiones tropicales y subtropicales, y que es consumido ampliamente en el sur de China, contiene cantidades elevadas de microplásticos. Además se ha detectado que unas 170 especies marinas que habitan en los mares de la zona, como pueden ser los mejillones, los arenques plateados, las langostas, etc., contienen estos materiales plásticos.

Greenpeace realizó una investigación paralela en la que se detectó que las muestras de mújol contenían una media de 4’3 fragmentos de desechos plásticos, en su mayoría, procedentes del envasado de productos de un solo uso. Se trataba de fragmentos y fibras de plástico de menos de 5 milímetros de tamaño, siendo los materiales más habituales polipropileno (PP), polietileno (PE) y tereftalato de polietileno (PET), plásticos habituales en pajitas, bolsas, botellas, vasos, etc. Los resultados muestran que el pescado de Hong Kong tiene un contenido de microplásticos mayor que la media internacional.

Varios estudios anteriores han concluido que los hábitats marinos cercanos a Hong Kong están cargados de micro-plásticos, por lo que el riesgo de que se acumule un mayor número de micro-toxinas en la cadena alimentaria y que estas lleguen a la mesa es mayor que en otros países. Lamentablemente, los desechos plásticos se han detectado en muchos lugares, siendo Hong Kong el más afectado por la contaminación del plástico marino, por ejemplo, se analizó el contenido medio de microplásticos en las playas de Hong Kong cuantificándose en unas 5.000 piezas por metro cuadrado, es decir, el doble de lo detectado en Estados Unidos.

Si hablamos del agua potable, otro estudio de la Universidad de Hong Kong encontró que contenía entre 51 y 27.909 partículas por cada 100 metros cúbicos de agua, y en las marismas se encontraron de 0.58 a 2.116 partículas por kilogramo de sedimento. Muchas especies marinas se alimentan con los sedimentos de los fondos marinos, precisamente el Mújol es una especie de este grupo. Merece la pena recordar este estudio realizado por expertos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, en el que se concluía que los peces buscan los desechos plásticos para alimentarse, la razón es que estos materiales están cubiertos con materiales biológicos con los que precisamente se alimentan. No es extraño, por tanto, que donde abunden los desechos plásticos, como es el caso de los hábitats marinos cercanos a Hong Kong, los peces contengan un mayor número de residuos plásticos.

Los expertos advierten que los microplásticos pueden deformar los intestinos de los peces y reducir su capacidad de movimiento y respuesta, por otro lado, estas partículas de plástico pueden contener aditivos peligrosos que son parte integrante o que se han adherido al plástico, por lo que pueden terminar acumulándose en la cadena alimentaria, lo que inevitablemente incrementa el riesgo de intoxicación animal y humana.

microplasticos en el pescado

Se recomienda al gobierno de Hong Kong poner en marcha rápidamente una legislación para controlar los productos con plásticos desechables, así como una investigación de factibilidad del sistema de responsabilidad de los productores de materias plásticas. Greenpeace considera necesario que el Gobierno no restrinja la contaminación plástica en el marco de la gestión de residuos, lo que debe hacer es formular una política integral para reducir la producción y el uso de materiales plásticos.

Greenpeace insta a que se establezca un calendario definido para la eliminación de los envases plásticos desechables, especialmente en la industria de la comida rápida, proporcionando alternativas más seguras y respetuosas con el medio ambiente. Hong Kong cuenta con una población que supera los 7 millones de habitantes que son responsables de al menos dos tercios de los 5.6 millones de toneladas de residuos que se tiran anualmente, lo que muestra que el reciclaje es prácticamente inexistente.

Merece la pena recordar que un estudio realizado en China en 2015 descubrió que la sal de cocina que se comercializa en el país está contaminada con partículas de diferentes tipos de plástico, algo que en realidad ocurre en todo el mundo. Por otro lado, China tiene un aparente deseo insaciable de consumir agua embotellada, lo que incrementa el riesgo de que se produzca un mayor número de desperdicios plásticos que acaben en sus mares, de ello hablábamos aquí.

En el caso de Europa, la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) anunció en 2016 que pondría en marcha una evaluación de los potenciales riesgos que pueden tener los microplásticos y nanoplásticos de los productos alimenticios marinos para los consumidores, sobre todo en crustáceos y moluscos bivalvos, ya que son alimentos que se consumen con su tracto digestivo, por lo que es mayor el número de partículas de microplástico que pueden pasar a los seres humanos. La principal preocupación y en lo que se centraría la investigación, es la exposición a contaminantes como los bifenilos policlorados (PCB) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) que se pueden acumular en los microplásticos y nanoplásticos presentes en los alimentos marinos, pero de momento no se ha sabido nada más.

Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de la página oficial de Greenpeace Hong Kong.

Foto 1 | Pacific Southwest Region USFWS

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