Desde hace unos años nuestras recetas de ‘mermelada’ han cambiado, al menos las que hacemos con más asiduidad, con el objetivo de que una elaboración cuyo ingrediente principal es la fruta, no pierda tantos nutrientes y se convierta en algo de consumo ocasional por su elevado contenido en azúcar, y es que en una receta tradicional de mermelada, la mitad de su composición es este endulzante. Hoy queremos enseñaros nuestra receta de ‘mermelada’ de fresas con semillas de chía y lino, y ponemos mermelada entre comillas porque según el diccionario de la Real Academia Española, con este término se define a una conserva elaborada con fruta cocida y azúcar.
No es la primera receta de este estilo que compartimos con vosotros, recordad esta Compota de fresas y esta Mermelada de frambuesas. En ambos casos hacemos uso de las semillas de chía que, además de tener unas propiedades nutricionales muy interesantes, son las que aportan a la preparación una densidad similar a la de la mermelada, en la que actúa el azúcar y la pectina de la fruta. Pero en la receta de hoy, en esta falsa mermelada de fresas con semillas de chía además incorporamos las semillas de lino o linaza, que también son ricas en ácidos grasos esenciales y en mucílagos, una fibra soluble que forma algo parecido a un gel en los líquidos.
El caso es que para tomar sobre una tostada de pan, con un yogur o con lo que os guste tomar la mermelada, podéis elaborar esta versión más saludable que no tiene nada de azúcar, además, no necesita cocción, por lo que se preservan las propiedades de la fruta fresca, y se hace sólo en diez minutos. Después de unas horas de reposo, podréis disfrutar de una mermelada de fresa con semillas de chía y lino con todo el sabor de la fruta algunos matices deliciosos de las semillas, sobre todo de la linaza. Probadlo porque repetiréis.
Ingredientes
300 gramos de fresas, 15 gramos de semillas de lino, 10 gramos de semillas de chía, 1 c/p de vinagre de manzana, c/n de edulcorante (opcional).
Elaboración
Lava las fresas, retira el pedúnculo y trocéalas para ponerlas en el vaso de la batidora. Tritura las semillas de lino en el molinillo de café hasta conseguir un polvo fino. Puedes triturar también las semillas de chía, pero nosotros, en este caso, las dejamos enteras.
Incorpora las semillas de lino molidas y las semillas de chía en el vaso de las fresas, añade también el vinagre y un poco de edulcorante, cuanto menos sea necesario mejor, así se acostumbra el paladar al dulzor propio de la fruta.
Tritura hasta conseguir una crema fina, aunque queden semillas de chía sin triturar no pasa nada, porque se hidratarán con el jugo de la fruta. Tapa el vaso y deja reposar en el frigorífico al menos tres o cuatro horas, o hasta el día siguiente.
Verás que la preparación ha cogido cuerpo y una densidad similar a la de la mermelada, algo gelatinosa, entonces ya puedes pasar esta particular mermelada a un tarro de conserva y reservar en el frigorífico hasta el momento de uso.
Acabado y presentación
La ‘mermelada’ de fresas crudas y semillas ya está lista para llevarla a la mesa en su tarro para que cada uno se la dispense como le guste, les sorprenderá poder saborear la fruta en forma de mermelada en cualquiera de sus opciones, y lo mejor es que se trata de un alimento muy nutritivo y saludable. ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria
No hay comentarios:
Publicar un comentario