Hoy amanecemos leyendo en prensa sobre el IV Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias, presentado con motivo de la celebración del Día de la Nutrición el próximo 28 de mayo, con varias conclusiones que vamos a comentar, y con algunas que seguramente no gustarán a la mayoría de padres. Antes de nada, decir que los resultados de este estudio se han obtenido de la realización de 1.078 entrevistas online y de un diario de consumo a familias residentes en España, con hijos de 3 a 12 años, en marzo de 2017. Si vosotros sois padres, y tenéis hijos de estas edades, comentadnos cuál es vuestro parecer y si las conclusiones coinciden o se parecen a vuestro caso.
Según el cuarto informe del Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias, el exceso de peso de los niños no preocupa lo suficiente, no dicen a los padres, pero se entiende, aunque todos sabemos que a quien menos le importa el peso y la salud de los niños es a la industria alimentaria, que no sólo diseñan y ponen a su alcance productos que favorecen el sobrepeso y la obesidad, sino que se esfuerzan al máximo para que los consuman a través de campañas y estrategias de marketing.
Que la industria diga que es responsabilidad de los progenitores que los niños lleven una alimentación saludable es echar balones fuera, pues aunque en parte es así, la realidad es que el entorno tiene también mucho que ver, sólo hay que entrar a un supermercado, a cualquiera, para darse cuenta de cuánto espacio ocupan los productos procesados y cuanto ocupan los alimentos de un solo ingrediente, los frescos como las hortalizas y frutas, la carne, el pescado…
Veamos qué cifras y datos ofrecen en este informe anual realizado sobre una muestra que, como habéis visto es muy pequeña, pero hay cosas sobre las que muchos padres deberán reflexionar porque son verdad. Esperamos que esto sirva, al menos, para que se disminuya el consumo de procesados insalubres, para luchar contra esta industria sólo hay que dejar que sus productos se queden en los supermercados, porque al comprarlos se les está diciendo que se quiere más.
Todos los adultos, padres o no, sabemos que se recomienda tomar tres raciones de fruta al día, aunque sólo el 69% de los padres encuestados afirmaron conocer esta recomendación. No obstante, sólo el 17% de los padres da a sus hijos las tres raciones de fruta diarias. Algo parecido sucede con las verduras, de las que se recomiendan dos raciones diarias, aunque al parecer esto sólo lo sabía el 66% de los padres encuestados, y sólo un 54% cumple con esta recomendación. Una pregunta que nos surge es si los niños se comen las frutas y las verduras que sus padres les dan para comer, porque es fácil que en todos los casos la respuesta no sea positiva.
Del informe, que en esta ocasión se ha querido centrar en la falta de concienciación sobre el problema de la obesidad infantil, contando con el asesoramiento del doctor experto en promoción de hábitos de salud y en obesidad infantil, Rafael Casas, extraen que un 12% de los niños españoles padecen obesidad, un 18% tienen sobrepeso, un 62% tiene un peso normal, y hay un 8% de niños que tienen bajo peso.
Según el doctor en psiquiatría Rafael Casas, ‘En las familias hay todavía una insuficiente concienciación y una escasa percepción de la gravedad que puede llegar a tener la obesidad infantil. Para prevenirla eficazmente se requiere aumentar esta conciencia y, a su vez, aportar herramientas e información a las familias para conseguir una alimentación y un estilo de vida más saludables para sus hijos’. O sea, afirman que el problema del sobrepeso y la obesidad infantil generalmente es causado por los malos hábitos alimentarios, por la falta de información y por la falta de concienciación de los padres, de hecho, un 82% de los padres que respondieron a la encuesta afirmaron que sus hijos tenían un peso normal, pero en realidad sólo los hijos del 62% de los encuestados tenían razón.
Parece que en esta sociedad se sigue arrastrando la idea de nuestros abuelos sobre la alimentación de los niños y sobre su estado físico, seguramente muchos de vosotros lo podréis corroborar, y en vuestro entorno veis como los abuelos se regocijan de tener un nieto o ver un bebé bien rellenito, mientras que si está creciendo con un peso normal y sin muchas ‘mollas’, lo ven ‘flacucho’. Se insiste en que los niños coman y a menudo no importa qué, mientras coman algo… Pero es mejor que un niño no coma nada para merendar a que se coma un bollo industrial, pues no estará ingiriendo este procesado y además llegará con más hambre a la comida de verdad (si es que se le da una comida de verdad).
Una cosa que es cierta es que actualmente hay más información que nunca sobre los temas relacionados con la nutrición, y además de fácil acceso, tal y como afirma la responsable de Nutrición de Nestlé España, Anabel Aragón, pero hay un problema grave, y es que por falta de formación en nutrición en la sociedad, no es fácil discernir entre buena y mala información, entre la información veraz y la información corrupta por los intereses económicos.
¿Recordáis el reciente post en el que hablábamos sobre el llamamiento a las empresas alimentarias europeas para mejorar la nutrición y la salud?, pues lo mismo comenta Anabel Aragón: ‘Entre todos —industria alimentaria, instituciones públicas y privadas, profesionales de la salud, etc.— debemos ser capaces de conseguir que resulte sencillo aplicar las recomendaciones nutricionales e incorporar a la rutina diaria los hábitos saludables a la hora de comer. Es fundamental aportar consejos y herramientas útiles. Ello contribuirá, sin lugar a dudas, a mejorar la salud de los niños’. Sin lugar a dudas, pero seguro que saben que va a ser muy complicado, pues si esto sucediera, tendrían que dejar de producir muchísimos productos procesados, pues no se consumirían.
No será tanta la responsabilidad de los padres, como quieren hacer ver en el informe, cuando en el mismo documento explican que los padres han reconocido que la alimentación de sus hijos empeora a medida que crecen, a partir de los 7 años, cuando empiezan a tener algo más de autonomía e incluso capacidad adquisitiva para comprar chucherías. El doctor Casas alude a esto y al exceso de tiempo que pasan delante del televisor y otras pantallas, y ¿qué hay detrás de ellas? Pues publicidad. ¿Y qué hay detrás de la publicidad alimentaria? Pues la industria, que además pone en los comercios a la altura de los niños y en lugares estratégicos todos los procesados que quieren que consuman.
Un error en el que sí tienen toda la responsabilidad los progenitores es en que no se ofrece a los niños la proporción adecuada de cada macronutriente en la comida, se abusa de los carbohidratos y se consumen pocas verduras. Pero es que en este error caen también la mayoría de adultos. Recordemos la mitad del plato debe estar llena de verduras y hortalizas, un cuarto del plato deben ser hidratos de carbono y el 25% restante deben ser proteínas. Sobra decir que a la historia pasó el comer a diario dos platos y postre (a no ser que sean dos platos pequeños o que no estén muy llenos), con el ritmo y los hábitos de vida actuales, basta con un plato combinado como el mencionado.
Nos gustaría seguir desgranando las cifras y datos ofrecidos en el estudio del Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias, pero no queremos extendernos más y os facilitamos la lectura del documento para que también podáis sacar vuestras conclusiones y reflexiones, podéis descargarlo a través de este enlace (Pdf).
Os dejamos con un breve vídeo en el que Anabel Aragón resume algunas de las conclusiones del estudio. Y comentadnos, ¿el exceso de peso de los niños no preocupa lo suficiente a los padres o no tienen recursos ni formación para ofrecerles la mejor alimentación?
Fotos | Nestlé
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