Hace un par de años conocíamos un estudio sobre el desperdicio alimentario en el que se concluía que de todos los países europeos, los consumidores del Reino Unido eran los que más alimentos tiraban a la basura. En aquel entonces se calculaba que se desperdiciaban unos seis millones de toneladas de frutas, verduras y cereales, y gran parte de estos alimentos (se calculaba un 80%) se podían aprovechar. Parece que no han cambiado mucho las cosas en este tiempo, decimos esto porque hoy conocemos una noticia en la que se asegura que los consumidores británicos tiran diariamente 1’4 millones de bananas.
Esta cifra se ha obtenido a partir del informe elaborado por WRAP, una organización sin ánimo de lucro financiada por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido, entre otras entidades, con el propósito de crear una economía circular mediante la reducción del desperdicio de alimentos, el desarrollo de productos sostenibles y el uso eficiente de los recursos. Estos datos han sido publicados por la cadena de supermercados Sainsbury’s con el propósito de destacar y concienciar a la población sobre la magnitud del problema del desperdicio de alimentos.
Un 30% de los consumidores del Reino Unido reconocen que tiran bananas a la basura por el hecho de tener una pequeña mancha oscura (fruto de la maduración), y un 13% los tira si ve alguna mancha verde en la piel. Lo cierto es que no tiene mucho sentido, quizá se debería poner en marcha una campaña para que conocieran las características del fruto, cuando realmente no se puede consumir, etc.
Desde hace un tiempo, Sainsbury’s, ofrece consejos e ideas para que sus clientes puedan reducir el desperdicio alimentario, intentando posicionarse como una cadena concienciada con el problema y que aporta su granito de arena para reducir el volumen de alimentos que se tiran a la basura sin necesidad. También realiza informes en los que se apuntan las razones que contribuyen al desperdicio, recordemos que el pasado mes de marzo presentó un informe en el que concluía que las redes sociales, haciendo referencia a Instagram, contribuían en el desperdicio alimentario.
La cadena utilizó las estadísticas oficiales para determinar cuánto dinero perdían cada año las familias por tirar alimentos, calculándose en 700 libras (unos 823 euros). A partir de estos datos se estableció el objetivo de reducir en un 50% el desperdicio alimentario en los hogares. Ahora, Sainsbury’s ha puesto en marcha una iniciativa con estaciones pop-up dentro de sus establecimientos que tiene el cometido de mostrar a los consumidores que estas bananas se pueden aprovechar perfectamente para la elaboración de otros alimentos, como magdalenas, bizcochos, batidos, chips, etc.
Como decíamos, esta cadena empezó hace algún tiempo a llevar a cabo iniciativas contra el desperdicio de alimentos, probablemente porque fue criticada por no reducir el desperdicio dentro de su cadena de suministros, algo que sus rivales ya habían iniciado. Ahora trata de mostrar su compromiso y elabora incluso pan de banana con la fruta que no se ha comercializado en todos los establecimientos. Parece ser que el proyecto se inició el año pasado como una prueba en siete establecimientos, y dado su éxito, se ha decidido ampliarlo a los 110 supermercados que operan a nivel nacional.
Según los datos de la encuesta sobre el desperdicio, el 61% de los consumidores admite que nunca ha utilizado esas bananas que no iban a consumir en crudo en otras elaboraciones, de ahí que además de ofrecer este pan, se ofrezcan consejos sobre las diferentes recetas que se pueden preparar con esta fruta, que los clientes consideran defectuosa, en estas estaciones pop-up.
Ahora sería interesante saber qué hacen con el pan que no comercializan, porque no creemos que se venda todo, ¿lo donarán a una organización benéfica? Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este artículo publicado en la página oficial de Sainsbury’s.
Foto | Twitter
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