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jueves, 26 de mayo de 2016

20 finalistas del Basque Culinary World Prize (BCWP)

Premio Basque Culinary Center

El pasado mes de febrero se dio a conocer la creación de un nuevo premio que tiene el objetivo de reconocer la labor de los cocineros que demuestran que la gastronomía puede traducirse en una fuerza transformadora, es decir, que aprovechando el reconocimiento social del que goza, la posición, la situación, sus inquietudes y su talento, entre otras cosas, realice algo por la sociedad que vaya más allá de su trabajo en la cocina.

Este premio internacional ha sido creado por el Basque Culinary Center y el Gobierno Vasco, y se llama Basque Culinary World Prize. Se trata de un premio que se otorgará anualmente a un cocinero de cualquier nacionalidad y cultura culinaria que, con su trabajo, haya podido demostrar que ha constituido un motor de cambio, sea a través de proyectos relacionados con temas culturales o de responsabilidad social, sostenibilidad o desarrollo económico, a través de la innovación culinaria o de iniciativas que de algún modo aporten algo positivo a la industria alimentaria.

La convocatoria de estos premios estaba abierta hasta el pasado 20 de abril de 2016, los cocineros debían ser nominados por profesionales del sector gastronómico en activo, por otros cocineros, hosteleros, investigadores, periodistas, instituciones… Pues bien, tal y como se anunció en la convocatoria, de todas las nominaciones remitidas, que al parecer han sido 110 procedentes de distintos países (México, Venezuela, Chile, Reino Unido, Holanda, Francia, Dinamarca, Brasil, Estados Unidos, Italia, Canadá, Colombia…), un comité técnico ha seleccionado a 20 finalistas, y ya se conocen quiénes son.

El Restaurante Blue Hill del chef Dan Barber en Manhattan, ha sido el escenario en el que se han dado a conocer los 20 finalistas del Basque Culinary World Prize (BCWP), y sólo uno conseguirá el galardón que está dotado con 100.000 euros, dinero que será donado a un proyecto que exprese el poder transformador de la cocina.

Nominados

Pues a continuación os dejamos con la lista de los nominados en la primera edición del Basque Culinary World Prize, seguida de una breve explicación del por qué pueden ser merecedores del premio. Veréis que entre los nominados hay cuatro españoles:

Alberto Crisci (Reino Unido), Alicia Gironella (México), Ángel León (España), Ann Cooper (EEUU), Carlos Zamora (España), Daniel Boulud (Francia / Estados Unidos), David Hertz (Brasil), Gabriel Garza (México), Jessamyn Rodriguez (Canadá / Estados Unidos), José Andrés (España/Estados Unidos), Joshna Maharaj (Sudáfrica/Canadá), Leonor Espinosa (Colombia), Manoela Buffara (Brasil), Margot Janse (Holanda), Maria Fernanda Di Giacobbe (Venezuela), Massimiliano Alajmo (Italia), Nani Moré (España), Rodolfo Guzmán, (Chile), Teresa Corçao (Brasil). Además de Kamilla Seidler (Dinamarca) y Michelangelo Cestari (Venezuela), en una misma nominación, por el trabajo que hacen en tandem.

Alberto Crisci, Reino Unido: A cargo de The Clink, un proyecto con el que ha abierto restaurantes en cuatro prisiones del Reino Unido, donde los presidiarios se ocupan de la cocina y el servicio. La iniciativa es parte de un programa de entrenamiento que busca darles herramientas a los reclusos para conseguir empleo al salir. Una apuesta por reducir el índice de reincidencia, promover la rehabilitación y reinserción.

Alicia Gironella, México: Activista, investigadora y divulgadora del acervo mexicano, impulsa proyectos como Semillaton, creado para evitar que especies vegetales locales cayeran en riesgo de extinción. Rescata y multiplica semillas de maíz nativas de la Sierra Tarahumar, para depositarlas en bancos comunitarios y repartirlas entre agricultores claves de la comunidad.

Ángel León, España: Con dos estrellas Michelin en la Bahía de Cádiz, propone una nueva manera de ver y vivir el Océano. Promotor del aprovechamiento de la pesca de descarte, aboca su trabajo en el restaurante Aponiente a la investigación y a la innovación, traduciendo el conocimiento que genera junto a universidades e instituciones en oportunidades de desarrollo.

Ann Cooper, EEUU: Con la idea de ayudar a reducir los altos índices de obesidad infantil en Estados Unidos, y de inculcar hábitos de alimentación saludable en las nuevas generaciones, creó Chef Ann Foundation, cuya labor consiste en brindarles herramientas a escuelas primarias, de manera que puedan prescindir de alimentos altamente procesados en favor de una comida sana y fresca, preparada diariamente en las escuelas.

Carlos Zamora, España: A la cabeza de Deluz, promueve un modelo sostenible y responsable de gestión de restaurantes y personas. Destaca por las relaciones que establece con productores y agricultores ecológicos locales, así como por su vínculo con entidades sociales en proyectos como Depersonas, un catering en el que emplea y potencia a personas con discapacidad intelectual.

Daniel Boulud, Francia / Estados Unidos: El reconocido chef francés es el Codirector de Citymeals on Wheels, una iniciativa caritativa en Nueva York que busca atender con comidas sanas y nutritivas a personas de la tercera edad que por alguna condición física o mental son incapaces de comprar alimentos y/o cocinarse por sí mismos. A través de Chefs Deliver, el chef francés involucra a sus pares en una cadena de apoyo y distribución de comidas para la organización.

David Hertz, Brasil: Defensor del movimiento de gastronomía social, creó hace diez años Gastromotiva, en São Paulo, para darle capacitación culinaria a jóvenes en zonas populares, para luego insertarlos en un mercado laboral ávido de personal competente. Ha logrado construir una red de apoyo comunitario, que incluye talleres para niños y cursos de cocina en cárceles. Hoy el proyecto se extiende en Río de Janeiro, Salvador de Bahía y Ciudad de México.

Gabriel Garza, México: En contacto con la fundación Destellos de Luz, en Monterrey, identificó la oportunidad para contribuir, desde la enseñanza, con que ciegos o personas con limitaciones visuales sean autónomas, dictando talleres para que aprendan a cocinar por por sí solos y adquieran habilidades que luego puedan servirles para conseguir empleo o generar ingresos.

Jessamyn Rodriguez, Canadá / Estados Unidos: Creó Hot Bread Kitchen en Harlem para ofrecerle a mujeres inmigrantes y/o en situación de exclusión, un programa remunerado de entrenamiento en panadería, que dura nueve meses, después del cual busca insertarlas laboralmente. Cuenta con una incubadora para ayudar a que hombres y mujeres emprendan y consigan independencia económica.

José Andrés, España/Estados Unidos: Después de que el huracán Katrina impactara a Haití, José Andrés lanzó World Central Kitchen, aprovechando la experiencia de su red de cocineros para apoyar a los locales con infraestructura y capacitación para atender temas alimenticios y sanitarios en escuelas, además de organizar talleres para potenciar el nivel de quienes trabajan en la restauración.

Joshna Maharaj, Sudáfrica/Canadá: Activista abocada a la alimentación en hospitales, trabaja en el rediseño de sistemas que puedan asegurarle mejores comidas a los pacientes. Involucra a proveedores ecológicos, modifica la manera en que los cocineros asumen su oficio en las clínicas y cambia los códigos de servicio promoviendo cambios en las políticas públicas del sector.

Kamilla Seidler, Dinamarca y Michelangelo Cestari, Venezuela: Conforman el tandem elegido por Claus Mayer para llevar hasta La Paz a su organización Melting Pot, la cual creó en Dinamarca, en 2010, para propiciar cambios sociales a través de la gastronomía. Abrieron Gustu, un restaurante escuela con el que forman a pequeños grupos de jóvenes excluidos socialmente; a la vez que exploran y difunden la riqueza de un país gastronómicamente desconocido como Bolivia.

Leonor Espinosa, Colombia: Defensora de la herencia culinaria colombiana, lleva la fundación Funleo, con la que reivindica tradiciones de comunidades locales y potencia el uso de recursos autóctonos disponibles. Trabaja directamente con grupos rurales, indígenas o afrodescendientes, brindando oportunidades de formación culinaria y capacitación en procesos agrícolas.

Manoela Buffara, Brasil: En Curitiba, Manoela montó un restaurante de cocina contemporánea, apéndice de un trabajo cercano con más de 20 productores de Ilha Rasa, a 80 kilómetros de la ciudad. Contribuye a estimular la economía y la inserción social de productores locales. Recrea además formas tradicionales de cultivo y difunde el uso sostenible de variedades agrícolas autóctonas poco conocidas.

Margot Janse, Holanda: En Sudáfrica, la chef lidera Isobelo, una iniciativa que comenzó con un pequeño gesto, repartiendo muffins los viernes a los chicos desfavorecidos de una escuela cercana a su restaurante The Tasting Room. En el tiempo, ha logrado producir 1.300 comidas diarias, garantizando alimentos para los estudiantes de tres escuelas.

Maria Fernanda Di Giacobbe, Venezuela: En torno al cacao criollo como fuente de identidad, cultura y riqueza económica, Di Giacobbe articula una red de educación, emprendimiento y desarrollo en comunidades productoras. Se empeña, sobre todo, en brindarle oportunidades a mujeres vulnerables económicamente, a las que capacita y convierte en microempresarias del chocolate.

Massimiliano Alajmo, Italia: El chef de Le Calandre -el más joven en recibir tres estrellas Michelin en Italia- impulsa Il Gusto per la Ricerca, una organización con la que, desde hace 12 años, recauda fondos para financiar la investigación de enfermedades neoplásicas infantiles en Padua, a través de iniciativas como Tavole Trasparenti, en la que involucra a distintos actores del gremio.

Nani Moré, España: Fundadora de la Asociación de Comedores Ecológicos de Cataluña. Procura concientizar e incidir en hábitos de consumo de la alimentación infantil. Guionista y directora del documental El plato o la vida (2012), colaboró con una moción del Parlamento de Cataluña, con la que se buscaba, por decreto, que los comedores escolares se asuman como espacios educativos.

Rodolfo Guzmán, Chile: Desde la innovación y la investigación, explora la despensa endémica de su país. En su restaurante Boragó identifica posibilidades, documenta hallazgos y abre vías para compartir conocimientos necesarios en la búsqueda de nuevas fuentes alimenticias. Trabaja junto a comunidades mapuches y centros de investigación con el objetivo de concientizar y motivar cambios de consumo.

Teresa Corçao, Brasil: Promotora de un hondo trabajo en torno a la tapioca, creó el Instituto Maniva para propiciar apoyos y oportunidades a productores ecológicos. Además articula la red de colaboración Ecochef, para tender puentes entre consumidores, productores y cocineros alrededor de un interés compartido: fomentar un consumo consciente y sostenible de productos locales. Divulgadora, produce documentales para concienciar.

El ganador del BCWP se dará a conocer el próximo 11 de julio de 2016, después de que tenga lugar una reunión del jurado que estará presidido por Joan Roca, chef del Celler de Can Roca, y compuesto por los chefs del Consejo Internacional del Basque Culinary Center, Gastón Acurio (Perú), Ferran Adrià (España), Alex Atala (Brasil), Dan Barber y Dominique Crenn (Estados Unidos), Dan Barber (Estados Unidos), Heston Blumenthal (Reino Unido), Massimo Bottura (Italia), Michel Bras (Francia), Yoshihiro Narisawa (Japón), Enrique Olvera (México) y René Redzepi (Dinamarca), y como invitados especiales el escritor e investigador estadounidense Harold McGee, el historiador, profesor y gastrónomo Massimo Montanari, la escritora mexicana Laura Esquivel, autora de Como agua para chocolate y a la relatora especial en Derecho a la Alimentación en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Hilal Elver.

Si queréis conocer más detalles sobre los 20 finalistas o sobre el premio Basque Culinary World Prize 2016 podéis acceder a la web oficial a través de este enlace.

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