Hay recetas en las que necesitamos un huevo duro o huevo cocido para elaborarla, y bueno, sobra decir que es una de las cosas más fáciles de hacer, pero a veces no podemos esperar esos ocho minutos que tardamos en cocerlos en su punto. Cuando nos encontramos en esta situación podemos optar por distintas soluciones, pero ninguna pasa por comprar los huevos ya cocidos con los que un día quedamos totalmente sorprendidos al verlos en el supermercado. Nunca los hemos comprado, no los hemos probado, ni tenemos intencón. Quizá es una tontería no querer esos huevos ni en pintura, pues bien que se compra jamón cocido, entre otras cosas, pero es otra historia.
El caso es que para hacer un huevo cocido, con la clara y la yema cuajada en su punto, necesitamos ocho minutos aproximadamente, más el tiempo que tarda el agua en entrar en ebullición. Si el huevo se va a utilizar en una receta entero, cortado por la mitad, en cuartos, en rodajas… no queda otra que hacerlo de forma tradicional, pero si tenemos prisa para tener un huevo cocido que después se va a incorporar a una receta triturado o muy picado, hay solución.
Y esta pasa principalmente por cocinar el huevo sin su cáscara, aunque esta sea la principal característica del huevo duro o huevo cocido, pero si éste se va a triturar, por ejemplo para hacer la salsa mahonesa que os mostramos recientemente o el falso alioli, entre otras elaboraciones, lo que se necesita es una yema y una clara cuajada sin adición de grasas ni de nada más.
Así que nuestra solución en estos casos es cocinar el huevo a la plancha, en dos minutos está listo para incorporarlo a la elaboración culinaria que sea necesaria, incluso en una ensaladilla si se diera el caso. Seguramente alguno de vosotros utilizaréis otro sistema que también os funcione bien (por cierto, no dejéis de compartirlo), habrá quien lo cueza en agua sin cáscara, en el microondas… pero nosotros os explicamos cómo hacer un huevo cocido en menos de 8 minutos (sin microondas) como nos resulta más práctico.
De hecho, los huevos a la plancha se han convertido en una de las formas más habituales de comer huevos en casa, pues seguimos disfrutando de una yema fluida en la que podemos mojar, pero sin aportar las grasas de una fritura. Por eso tenemos una sartén que únicamente destinamos a la elaboración de tortillas y huevos a la plancha, es la forma de mantenerla en buen estado más tiempo y sin que se peguen los alimentos.
Así, para hacer el huevo cocido en dos o tres minutos, untamos la sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra, que se puede extender con un pincel de cocina o con papel absorbente, y sin necesidad de esperar a que la sartén se caliente incorporamos el huevo. Dejamos que cuaje la clara por la parte de abajo y le damos la vuelta para que cuaje también la yema y la clara de la parte superior. Si no se quiere que se dore ni una pizca basta con hacerlo con el fuego bajo.
Otra opción, en lugar de dar la vuelta al huevo, es tapar la sartén, de este modo también cuaja la yema, aunque tarda un poco más. Así que ya lo sabéis, si de pronto necesitáis un huevo cocido para hacer una salsa y no podéis esperar, no hace falta dedicar los 10 o 15 minutos que tarda en hacerse un huevo duro, podéis cocerlo sin la cáscara en una sartén. Esperamos que en alguna ocasión os resulte útil este consejo.
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