Por mucho que nos digan que las galletas, los cereales u otros productos procesados tienen demasiado azúcar, parece que no tomamos consciencia de la realidad, de hecho, cuántos padres han sido informados de que las galletas de ositos o con dibujitos infantiles no son el desayuno más adecuado para los niños, como tampoco lo son los cereales de desayuno que tanto gustan a los pequeños porque en la caja está uno de sus personajes de dibujos animados favorito, pero se lo siguen dando para desayunar y para merendar.
Demasiado a menudo sirve de poco el consejo de un médico, pediatra, nutricionista, dietista… preocupado por la salud de la población y que alerta sobre la necesidad de reducir el consumo de azúcar. Nos cuesta a los adultos y también se hace difícil negar a los hijos que coman algunas galletas, cereales, pastelitos, chocolatinas y demás. A veces, lo que mejor funciona para dar un toque de atención son las comparativas y las imágenes que muestran una realidad que está oculta, como el azúcar que ocultan muchos alimentos.
A nosotros se nos quedó muy grabado el vídeo de una campaña contra las bebidas azucaradas que se realizó hace unos años en Australia, en él aparece un chico tomando sobres de azúcar, un total de 16 sobres de los que suelen servir cuando pides un café, pues bien, esa cantidad de azúcar es la que aportaba un refresco en un formato de 600 mililitros. De ahí que el título del post fuera ‘¿A que no te comerías 16 paquetes de azúcar?, entonces, ¿por qué te los bebes?’, podéis recordarlo aquí.
Ya hay algunos países que actualmente cuentan con un impuesto sobre los refrescos azucarados, otros están en trámite o debate, de ello hemos venido hablando a menudo en Gastronomía y Cía. La principal razón es que el exceso de azúcar que ingieren las personas que habitualmente consumen refrescos azucarados, afecta a su salud al provocar sobrepeso y obesidad, lo que se traduce en mayor gasto sanitario. Algunos Gobiernos consideran que el impuesto puede hacer que se reduzca su consumo, y además, lo que se recaude se puede destinar al mendionado gasto sanitario, aunque también los hay que simplemente lo quieren recaudar para sus arcas.
En fin, refrescos, cereales de desayuno, galletas, batidos, pastelitos, bollos, crema de cacao y avellana, tarritos de papilla, snacks e incluso algunas comidas preparadas saladas, contienen mucho azúcar, hasta el punto de que, sólo con el desayuno, un niño puede haber consumido todo el azúcar que se debería tomar (como máximo) en cinco días, según las recomendaciones de los profesionales de la salud. Así lo muestra el vídeo que hoy queremos compartir con vosotros, porque como os hemos comentado, a veces tienen que ser imágenes irreales las que muestren una realidad oculta.
La OMS recomienda desde 2014 que el consumo de azúcar en un adulto con un índice de masa corporal normal no supere el 5% del total de calorías diarias, lo que puede equivaler a 25 gramos de azúcar o unas seis cucharaditas de café. Antes de marzo de 2014 la recomendación establecida por la Organización Mundial de la Salud era del doble, pero dada la epidemia existente de sobrepeso y obesidad, y los problemas que de ello deriva, se ha tenido que bajar.
Es más, la OMS señala que la recomendación del consumo máximo de azúcar no hace referencia únicamente al que añadimos al yogur, a una infusión, al café… sino a todos los monosacáridos (como glucosa y fructosa) y disacáridos (como sacarosa o azúcar de mesa) que se consumen porque son añadidos por los fabricantes en los productos procesados, desde las galletas al kétchup (y muchas otras salsas), o al jamón cocido, o los yogures que después se endulzarán más en casa… En fin, volvamos al vídeo que os queríamos mostrar y que os dejamos bajo estas líneas.
Este vídeo ha sido realizado por un nutricionista y entrenador personal preocupado por el futuro de la población, se llama Dan Sweeney. Su forma de enseñar el azúcar oculto en los alimentos es similar a la de la campaña australiana antes mencionada. En lugar de ver los cereales de desayuno en el cuenco, vemos el volumen en azúcar refinado, también podemos ver cómo se unta el azúcar cual Nutella, y cómo el padre se toma un refresco de cuya lata sale el azúcar a raudales.
La mamá de la familia prepara el desayuno con alegría y con una tranquilidad que existe en nuestra sociedad, ¿cuántas madres tienen remordimientos porque su hijo ha desayunado un croissant de chocolate y para merendar le prepara un sándwich de Nutella o Nocilla? Queremos que esta tranquilidad desaparezca, y para ello hay que proporcionar mensajes que asusten, antes de que sea tarde. Aunque se pueda decir de muchas formas, quizá la más directa es la que defienden muchos nutricionistas, el azúcar es una droga legalizada, y cada día estamos poniendo sobre la mesa nuestra dosis y la de nuestros hijos.
Mirad la carita del bebé, no tiene ningún interés en probar esa cucharada de azúcar que su madre le ofrece pensando que le va a alimentar con una papilla comercial. El pequeño todavía no es adicto al dulce, así que mejor no provocarlo, ¿no? Está en nuestras manos mejorar nuestros hábitos alimenticios e instruir a nuestros hijos en una alimentación saludable, cuanto antes empecemos, mucho mejor. Como dice el autor del vídeo, ‘juntos podemos dar a nuestros hijos el mejor futuro posible’.
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