Según el lugar en el que compramos los alimentos seguimos un patrón dietético u otro, y es que si elegimos tiendas tradicionales y mercados municipales en lugar de supermercados e hipermercados, la alimentación es más saludable. Así se concluye en un estudio realizado por el Departamento de Epidemiología Cardiovascular de la Facultad de Medicina de la Complutense de Alcalá y el mismo departamento de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (Estados Unidos), junto a otras áreas de esta universidad, como el Global Obesity Prevention Center y el Center for a Livable Future.
El objetivo del estudio Acceso a comercios de alimentación y disponibilidad de alimentos saludables era comprender las diferencias de la alimentación local en distintos países, y de momento se han presentado resultados de la investigación desarrollada en España, concretamente en Madrid, y en Estados Unidos, en la ciudad de Baltimore. La idea es que se demuestre que la accesibilidad a comercios de alimentación que dispongan de productos saludables, asequibles y cercanos, para utilizarlo como estrategia para prevenir el sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades relacionadas con una alimentación poco saludable.
Aunque no es la primera vez que se realiza un estudio para conocer la relación entre el entorno alimentario, la dieta y la salud de la población, investigaciones anteriores ya habían concluido que quienes compran en mercados tradicionales llevan una alimentación más saludable, y por lo tanto, los niveles de sobrepeso, obesidad y enfermedades relacionadas son más reducidos. No obstante, parece ser que no siempre ha habido consenso en los estudios realizados en Estados Unidos y Europa.
Esta investigación se realizó en un barrio de unos 15.000 habitantes de cada ciudad, seleccionando áreas con características sociodemográficas similares, fue durante los años 2012 y 2013. En primer lugar se recogieron datos sobre el número y el tipo de tiendas disponibles, así como la disponibilidad de alimentos saludables en general y de frutas y verduras en particular, y la accesibilidad peatonal, valorando las distancias a las que se podía encontrar un comercio de alta disponibilidad de alimentos saludables, con medidas de 200 metros, 400 metros y 800 metros.
Se tuvieron en cuenta todos los comercios de alimentación de los barrios de las dos ciudades, medidos por observación social sistemática: supermercados, autoservicios, tiendas especializadas y tiendas de conveniencia.
Las diferencias más destacables del entorno que influye en los patrones dietéticos de cada ciudad son que en el barrio madrileño encontraron 40 tiendas de alimentación, mientras que en Baltimore sólo había unas 14. Otro dato importante es que el 77% de los residentes en el barrio de Madrid encontraban a menos de 200 metros una tienda con una alta disponibilidad de alimentos saludables, mientras que en Baltimore, el 95% de la población las tenían a menos de 400 metros. La ausencia de tiendas especializadas en alimentos frescos en Baltimore frente a una docena en Madrid, también es un dato destacable.
A través de este documento (Pdf) de la Universidad de Alcalá podéis consultar algunos gráficos y más datos del estudio que se ha publicado en Science Direct, donde también explican que hay datos que de momento no se han valorado, como los de los hábitos alimentarios de los vecinos de los barrios estudiados, la asequibilidad de los alimentos saludables entre los dos países y otros medios de transporte que faciliten el acceso a los comercios.
Foto | Karyn Christner
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