Esta ensalada de Rúcula, halloumi, melocotón y albahaca, además de rica es muy aromática, principalmente porque unos buenos melocotones van a dejar huella desde el momento en el que el plato se sirve ante el comensal, aunque de ello también será responsable la albahaca recién cortada de su planta, y si además disponéis del aceite aromático que os proponemos para redondear el plato, vais a triunfar, no obstante no es imprescindible.
Este plato puede ser un buen entrante para cualquier comida o cena, se hace en pocos minutos a pesar de que hay que pasar el queso por la parrilla. Se trata de una ensalada templada que combina varias texturas que también agradecerán los paladares más exquisitos, y de la que poco más hay que decir, sólo que toméis nota de la receta a continuación y que nos contéis qué os ha parecido después de probarla.
Ingredientes (4 comensales)
100 gramos de rúcula, 230 gramos de halloumi de albahaca, 2 melocotones, c/n de albahaca fresca, un puñado de pistachos, c/n de sal, c/n de aceite de oliva virgen extra, unas gotas de aceite de arbequina con limón, hinojo y hierbabuena (opcional).
Elaboración
Prepara la rúcula, refréscala con agua fría y escúrrela muy bien, resérvala en el frigorífico. Corta el queso halloumi en bastones no muy largos y no muy gruesos. Pon una sartén o una parrilla a calentar con unas gotas de aceite de oliva virgen extra y marca el queso por dos de sus lados, reserva.
Pela los melocotones y retira el hueso, córtalos en daditos más o menos regulares, pero no es necesario que sean todos iguales. Pela los pistachos y pícalos con el cuchillo, también puedes dejar algunos enteros o en mitades.
Prepara el resto de ingredientes para que estén listos en el momento de emplatar, esta ensalada debe servirse en cuanto se aderece.
Acabado y presentación
Dispón en los platos una cama de rúcula, reparte a continuación unos bastones de halloumi de albahaca tostados, corta otros bastones en dados, como el melocotón, y repártelos también. Sirve el melocotón repartiéndolo por todo el plato, seguido de los pistachos y unas hojas de albahaca.
Para terminar, adereza con un poco de sal, aceite de oliva virgen extra y aceite de arbequina aromatizado con aceites esenciales (es de Castillo de Canena, pero no es imprescindible). Sirve enseguida y ¡buen provecho!
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