La pasada semana se celebró en Milán la 1ª Conferencia Mundial sobre la Dieta Mediterránea con el título La revitalización de la Dieta Mediterránea: Desde un patrón de dieta saludable a un estilo de vida Mediterráneo sostenible. Entre muchas otras cosas, en este evento se presentó una nueva pirámide de la Dieta Mediterránea en la que se ha añadido algo de lo que se viene hablando mucho últimamente, y es de la necesidad de contemplar la sostenibilidad de los alimentos.
La Fundación Internacional de la Dieta Mediterránea (IFMeD por sus siglas en inglés), presidida por Lluis Serra, ha propuesto en esta Conferencia la nueva pirámide de la Dieta Mediterránea ambientalmente sostenible, una pirámide en la que se han añadido pictogramas muestran que en la alimentación deben primar los productos de temporada y de proximidad, es decir, los productos locales, cosa que la industria y el comercio no ponen demasiado fácil, como sabemos.
De lo que se trata al fin y al cabo es de volver a la alimentación y al sistema de abastecimiento que llevaban nuestros abuelos, ya lo hemos dicho en muchas ocasiones, a veces la evolución se convierte en involución, y lo peor es que en algunos casos es tarde para poner remedio, y éste además es difícil de adoptarlo.
En fin, que la nueva pirámide de la Dieta Mediterránea que se ha propuesto, por si alguien se fija en ella para adquirir hábitos saludables de alimentación y de vida, puede incluir próximamente consejos para que también se cuide el planeta, entre otras cosas, comprando productos locales, pero también valorando los sistemas de producción respetuosos con el medio ambiente en agricultura, ganadería y pesca, reduciendo y evitando el impacto ambiental de la industria y los transportes y preservando la cocina y las recetas tradicionales.
Según el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, no sólo hay que adoptar la recomendación de comer pescado más de dos veces a la semana, también es necesario elegir un pescado sostenible, y advierte: “Si el año pasado en España comimos 500.000 toneladas de panga, que procede de un río contaminado de Vietnam, no hemos entendido qué es la dieta mediterránea”.
Desde luego que es lo ideal, pero también es cierto que no siempre es fácil acceder al pescado sostenible. Sabemos que la mayoría de la población realiza las compras de alimentos en supermercados e hipermercados, y es donde abundan los alimentos viajados. Una herramienta que hace ya unos años publicó WWF (World Wide Fund) y que van actualizando, es la Guía de pescado para un consumo responsable, cuyo objetivo es ayudar a los consumidores a decidir qué comprar y qué consumir para preservar nuestros recursos pesqueros. Pero al respecto, habría que hacer mucho más.
Otra novedad que hay que destacar de la nueva pirámide propuesta es que ha aumentado el número de veces que se recomienda comer legumbres a la semana, pasando de las dos a tres veces semanales, a un consumo diario. De este modo, además de disfrutar de un alimento nutritivo y sano con más asiduidad, se reduce el consumo de proteínas animales, que como sabemos, su producción favorece el cambio climático, y como también sabemos, la reducción del consumo de carne va muy lenta.
Esperamos tener pronto nuevas noticias sobre si se establece o si se realizan nuevos cambios en la pirámide de la Dieta Mediterránea, estaremos atentos a las novedades.
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