Hace aproximadamente un par de años, la administración de California (Estados Unidos) anunció que tenía la intención de incluir el glifosato en la lista de productos químicos peligrosos que se asocian a problemas y enfermedades como el cáncer o los defectos de nacimiento. Al aparecer, en esta lista integrada en la Proposición 65 (Prop 65), ley en la que listan los productos químicos clasificados como peligrosos, existe la obligación de que los productos fitosanitarios que en su composición contengan glifosato, se etiqueten con un mensaje de advertencia para los consumidores, indicando que se trata de un producto que puede provocar cáncer.
El anuncio de la OEHHA (Oficina del Estado de Salud Ambiental y Evaluación de Riesgos de California) provocó que Monsanto iniciara un procedimiento legal contra esta oficina. La empresa biotecnológica perdió el juicio y procedió a apelar el veredicto, proceso que todavía está pendiente, pero esto no ha sido motivo para frenar la actividad de la OEHHA, que finalmente ha procedido a la inclusión del glifosato en la lista de productos químicos peligrosos en California.
Tras años de debates en torno a la seguridad del glifosato, se ha marcado un hito con la inclusión oficial de la sustancia en la Proposición 65, ahora los funcionarios de la OEHHA tienen de plazo hasta abril del año que viene para elaborar las directrices sobre las advertencias que deberán aparecer en todos los productos fitosanitarios que contengan glifosato, ya que los requisitos de dichas advertencias entran en vigor en julio de 2018. Recordemos que el glifosato es un producto químico que actualmente está sin patente, por lo que se puede encontrar en cientos de productos además del Roundup.
Merece la pena recordar que lo que provocó considerar que el glifosato debía ser incluido en el listado de sustancias peligrosas de California fue el dictamen emitido en marzo de 2015 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), en el que se determinó que esta sustancia química era un posible agente cancerígeno para los seres humanos. Desde entonces, Monsanto ha luchado contra esta consideración dando todo tipo de argumentos en contra del dictamen, como que numerosos investigadores y agencias reguladoras del mundo han realizado investigaciones que demuestran que el glifosato no es peligroso para la salud. Se puede citar como ejemplo este informe del Joint Meeting on Pesticide Residues (JMPR), un organismo que depende de la FAO y la OMS, que concluyó que era poco probable que el glifosato provocase cáncer.
La acción llevada a cabo en California tiene implicaciones nacionales y globales, han sido muchas las organizaciones que han aplaudido la decisión, pero ahora instan al Estado a ir más allá y establecer límites de exposición mucho más bajos de los actuales para proteger la salud de fetos y niños, segmento poblacional de mayor riesgo a la exposición según algunas investigaciones. Por supuesto, Monsanto se ha pronunciado declarando que este no es el último paso en el proceso, emitiendo un comunicado en el que asegura que continuará desafiando esta decisión injustificada en base a la ciencia y la legislación.
Monsanto comenta que la única razón por la que California incluye al glifosato en la lista de la Prop 65 es la fatal y defectuosa clasificación realizada por el IARC, ignorando los datos científicos que socaban su conclusión. Aquí podéis leer el comunicado de la empresa que finaliza con este mensaje: “Continuaremos desafiando agresivamente esta decisión inapropiada”.
Volviendo a los planes de la OEHHA, como hemos comentado, esta agencia tiene ahora la tarea de establecer los límites de exposición al herbicida, según explican aquí, sus científicos han propuesto un límite de 1.100 microgramos/kilo de peso corporal al día en la exposición de personas adultas, lo que supone 127 veces menos de lo determinado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Con respecto al etiquetado con una advertencia para la salud, el tema no está del todo claro y California podría permitir que no apareciera ese etiquetado si el nivel de la sustancia química está por debajo de los límites propuestos, algo a lo que se oponen ecologistas y otros grupos ambientalistas.
La oposición se debe a que, según estos grupos, algunos estudios muestran que se han desarrollado tumores en animales ante una exposición inferior a 850 microgramos por kilo diarios, comentan, además, que en otros estudios han aparecido problemas de salud en los animales con una exposición inferior a 250 microgramos/kilo al día. El nivel de seguridad propuesto de 1.100 microgramos se considera insuficiente como medida de protección de la salud, por lo que se insta a la Oficina del Estado de Salud Ambiental y Evaluación de Riesgos de California a mantener su propósito de proteger la salud de los ciudadanos con una mayor limitación de la que se está proponiendo.
Hasta el pasado 20 de junio, Monsanto seguía presionando a la OEHHA (lo podéis leer en este documento) para que dejara la inclusión del glifosato en la lista o al menos lo retrasase, con el argumento de que la clasificación realizada por el IARC no era válida. La oficina negó la solicitud y siguió con el procedimiento, preparando el anuncio de la decisión. Es evidente que esto no acaba aquí, las declaraciones de Monsanto son reveladoras, luchará por todos los medios para intentar que el glifosato sea eliminado de la lista de productos químicos peligrosos de California.
Seguramente seguiremos conociendo nuevas noticias sobre este tema, posiblemente la decisión de la OEHHA tenga más repercusión de lo que podamos creer, quizá en otros estados del país, e incluso en otros países, se empiece a barajar la posibilidad de secundar la decisión adoptada en California.
Foto 1 | Global Justice Now
No hay comentarios:
Publicar un comentario