Consumer Goods Forum (CGF) es una organización del sector de la industria a la que pertenecen fabricantes, proveedores de servicios y otros sectores relacionados de 70 países del mundo, cuyo cometido es el de impulsar cambios positivos en la industria. Hoy conocemos un informe elaborado por esta organización en el que se concluye que en 2016 se reformularon 180.000 productos para reducir el contenido en azúcar y sal. El informe titulado ‘Health & Wellness Progress Report’ (Informe del progreso de la Salud y el Bienestar) ha sido elaborado en colaboración con la consultoría Deloitte.
En este informe también se destaca que los programas puestos en marcha por la industria han servido para promover la alimentación y el estilo de vida saludable en más de 30.000 comunidades de todo el mundo. Se trata de la cuarta edición de un informe de carácter global, único en su género y que abarca tanto a la actividad de fabricantes de bienes de consumo como a la de minoristas. Según el documento, el 75% de los miembros de esta organización han reformulado productos alimentarios reduciendo el nivel de azúcar y sal.
Claro, que no se detalla de cuánto ha sido la reducción, por lo que el informe se podría considerar como una puesta en escena para que parezca que la industria alimentaria se ha esforzado por mejorar la calidad de los productos que elabora. Como ya hemos explicado en otras ocasiones, el hecho de reducir el contenido en azúcar en un 5% en un producto que rebosa azúcar no se traduce en algo positivo para la salud. Pongamos por ejemplo que se reduzca en un 5% el contenido de azúcar de Nutella, teniendo en cuenta que 100 gramos de producto contienen 56’8 gramos de azúcar, la reducción sería sólo de 2’84 gramos, eso y nada es lo mismo.
El informe está basado en la encuesta que se ha realizado entre los miembros de esta organización a la que pertenecen grandes compañías como Tesco, Coca Cola, PepsiCo, Nestlé, etc. El 75% de los participantes han reducido principalmente el contenido de azúcar y sal, y/o han añadido a sus productos principalmente grano entero y vitaminas con el objetivo de hacer que parezcan más saludables y nutritivos. Según CGF, sus miembros están comprometidos para ser parte de la solución a los retos de salud y el estilo de vida actual, por ello llevan a cabo diversas acciones enmarcadas en ese compromiso, a fin de hacer frente al problema de la obesidad y al aumento de las enfermedades no transmisibles.
Curiosamente, hace unos días conocíamos este informe emitido por el Instituto Nacional de Salud y Medio Ambiente de los Países Bajos en el que se concluía que el contenido de azúcar en los alimentos apenas ha variado en los últimos años. Este instituto destacaba que se llegó a acuerdos con la industria alimentaria para mejorar la composición de los productos que elabora, pero si bien es cierto que el contenido en sal y grasas saturadas se ha ido reduciendo, el contenido en azúcar se ha mantenido prácticamente inalterable. Esto pasa en los Países Bajos, pero posiblemente también pase en otros países, ya que muchas compañías alimentarias operan a nivel internacional.
Según se explica en la página de esta organización, las resoluciones y compromisos aprobados por su consejo de administración se centran en áreas específicas donde fabricantes y minoristas trabajan conjuntamente para impulsar cambios positivos y ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre el estilo de vida y las dietas saludables. Los resultados, en este sentido, muestran un avance positivo a nivel general, pero se reconoce que la velocidad a la que se está realizando la aplicación de los objetivos supone un gran desafío (parece que quieran justificar la lentitud). Lo cierto es que si organizaciones y consumidores no hubieran denunciado el elevado contenido en azúcar, sal o grasas saturadas, quizá a día de hoy todo seguiría igual. Generalmente, la industria no ha tenido iniciativas propias en este sentido y los cambios que realiza son forzados por la situación, impuestos, reclamaciones, denuncias, etc., por lo que presentarse como benefactores y preocupados por la salud de los consumidores, es algo que posiblemente muchos no crean.
Decir que muchas empresas han reducido el contenido en azúcar puede ser verdad, pero eso no significa que la reducción haya sido significativa, un 1% basta para pertenecer a esta lista de empresas que “trabajan” para mejorar la calidad de sus productos. ¿Y no lo podrían haber hecho bien desde el principio? Por otro lado, el hecho de que se añadan vitaminas o granos enteros a los productos no hace que sean más saludables, pues si por otro lado tienen un alto contenido en azúcar, grasas saturadas… En Estados Unidos se les permite incluir declaraciones de propiedades saludables o nutritivas, siendo una total contradicción, de ello hablábamos aquí.
En fin, de un modo u otro, sea de buen grado o de forma obligada, la industria alimentaria tendrá que reducir el contenido en azúcar y no en cantidades ridículas, donde apenas se aprecian diferencias. A través de este enlace (Pdf) podréis acceder al informe presentado por Consumer Goods Forum (CGF).
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