Una de las galletas más populares y tradicionales de algunos países del norte de Europa son las Gingerbread Man, precisamente ayer os mostrábamos una receta de estas galletas en el recopilatorio de recetas de Navidad de nuestros lectores, entonces os comentábamos que estas galletas se cree que tienen su origen en el siglo XV o XVI, cuando la Reina Isabel I de Inglaterra obsequiaba a sus visitas con galletas de jengibre con forma de hombrecillo.
Gingerbread se traduce como ‘pan de jengibre’, y se trata de una masa que puede ser de bizcocho o de galleta que se caracteriza por el sabor a jengibre que aporta esta especia en polvo. Pero no sólo se utiliza el jengibre para aromatizar estos dulces navideños, también otras especias, una combinación del estilo de las que se preparan para el pan de especias francés. Además de hacerse galletas con forma de hombrecillo, o las mencionadas Gingerbread Man, también se elaboran casitas como esta, y también de bizcocho.
Pero hoy volvemos con las galletas porque queremos que conozcáis cómo hacer Gingerbread Man originales sin necesidad de comprar ningún utensilio en particular, simplemente utilizando el clásico cortapastas para hacer los hombrecillos de pan de jengibre, ya sabéis que tiene una figura similar a la del ‘Inocente’.
Sobre estas líneas podéis ver el vídeo de buena parte del proceso de elaboración de las galletas de pan de jengibre, partiendo de la masa ya elaborada. Quizá no os interese todo el vídeo, simplemente la sugerencia para hacer los hombrecillos de jengibre diferentes, al menos a nosotros nos ha llamado la atención, quedan más curiosos y entrañables abrazando un ‘copo de nieve’ de azúcar que con los brazos extendidos.
Pues conseguir este resultado es muy fácil, ya lo habéis visto en el vídeo, simplemente se trata de colocar una pieza dulce que podéis variar a vuestro gusto (fondant, chocolate, caramelo…), y doblar la masa de las galletas, concretamente los brazos, hacia dentro, para abrazarlo. Hay que tener cuidado de que la masa no se rompa, las masas de galletas muy secas se quebrarán con facilidad, se puede ayudar humedeciendo las manos y manipulando cuidadosamente. De todas formas si se agrietan un poco puede que no se aprecie demasiado porque queda en la parte trasera.
Para terminar de decorar estas galletas Hombre de Jengibre se recurre a algo ya habitual, la glasa real que se dispensa con una manga pastelera con una boquilla redonda y fina. Normalmente se dibuja sobre los pies, sobre las manos y la carita, pero cada cual puede decorar sus hombrecillos al gusto, además de con glasa blanca, con otra de colores, como el verde o el rojo, colores típicos de la Navidad.
Esperamos que os haya gustado la idea y podáis elaborar vuestras galletas de Navidad más originales, y si tenéis niños, no dudéis en que os ayuden a decorarlas, les encantará.
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