¿Qué os han traído los Reyes Magos? Según la Fundación Española del Corazón, uno de los regalos más populares de la Navidad es el colesterol alto, pues las copiosas y repetidas comidas y cenas de estas fiestas es lo que provocan en un elevado número de la población. Aunque de lo que más se habla en esas fechas es de los dos o tres kilos de peso que engordan los españoles en las fiestas navideñas, es mucho más importante hablar de la repercusión de esa sobrealimentación, y uno de los problemas que puede acarrear es el aumento del colesterol.
Por eso, desde la Fundación Española del Corazón (FEC), han puesto en marcha una campaña de concienciación con el nombre #nomasde200, cifra de riesgo a partir de la cual, el colesterol se acumula en las arterias, pudiendo llegar a obstruirlas y provocar una grave enfermedad cardiovascular. El presidente de la Fundación, Carlos Macaya, explica que las comidas copiosas con grasas, el exceso de alcohol y el cambio del estilo y el ritmo de vida durante las fiestas, pueden provocar que el colesterol en sangre aumente hasta un 10%. Esto se puede detectar fácilmente haciéndose una revisión en el mes de enero, y en caso positivo es fácil poner remedio para evitar que se convierta en un problema para la salud.
En la presentación de la campaña #nomasde200, la FEC ofrece cifras del estudio de nutrición y riesgo vascular en España que se publicó en el año 2012, y seguro que hay cambios, pero asusta saber que más de la mitad de la población tiene el colesterol por encima del nivel de riesgo, es decir, 200 mg/dl. Entonces se señalaba que el 70% de los afectados son personas mayores de 65 años, y el 30% restante personas mayores de 35 años. Pero no olvidemos que igual que la diabetes, el colesterol también puede afectar a la población más joven, cosa que años atrás no sucedía.
El estudio antes mencionado, ENRICA 2012, concluyó que alrededor de la mitad de las personas que tienen el colesterol alto no lo sabe, no tienen síntomas físicos visibles y por lo tanto, no toman medidas para reducirlo. Una de las señales de la hipercolesterolemia se da cuando aparecen los primeros síntomas, y entonces ya estamos hablando de una complicación vascular, como una angina de pecho o un infarto de miocardio. Esta cuestión preocupa al colectivo médico, pues la hipercolesterolemia es un problema de salud muy serio, pues como bien sabemos, puede desembocar en problemas cardiovasculares que terminen con la vida.
Los profesionales de la salud recomiendan realizarse periódicamente analíticas generales que incluyan la determinación de colesterol, además indican que, a partir de los 30 años todas las personas deben conocer sus niveles de colesterol, y si hay antecedentes de formas hereditarias, se debe ir controlando desde la infancia.
La campaña #nomasde200 pretende concienciar sobre lo importante que es tener los niveles de colesterol controlados, es decir, en niveles normales que se cifran en menos de 200 mg/dl. Recordemos que el colesterol es una sustancia grasa natural que se encuentra en todas las células del cuerpo humano, dado que es necesaria para el normal funcionamiento del organismo. El colesterol se produce en el hígado, pero también se obtiene a través de la alimentación. La sangre lo conduce desde el intestino o el hígado hasta los órganos que lo precisan, y la forma de hacerlo es uniéndose a partículas que se conocen como lipoproteínas, de las que hay dos tipos, os transcribimos las explicaciones del FEC:
- De baja densidad (LDL): se encargan de transportar nuevo colesterol desde el hígado a todas las células de nuestro organismo.
- De alta densidad (HDL): recogen el colesterol no utilizado y lo devuelve al hígado para su almacenamiento o excreción al exterior a través de la bilis.
Según esta interacción podemos hablar de dos tipos de colesterol:
- Colesterol malo: el colesterol al unirse a la partícula LDL se deposita en la pared de las arterias y forma las placas de ateroma.
- Colesterol bueno: el colesterol al unirse a la partícula HDL transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea destruido.
En caso de padecer hipercolesterolemia, es necesario seguir las indicaciones del médico que asiste al paciente, no obstante, es fácil prevenirlo con una buena alimentación, con la dieta Mediterránea, comiendo alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados como el pescado azul, los frutos secos, las semillas y los aceites de oliva virgen extra, muchas verduras, frutas, legumbres… y reduciendo el consumo de carnes rojas y otros productos de origen animal con grasas saturadas que aumentan los niveles de colesterol malo (LDL).
También participa en el control del colesterol la actividad física realizada de forma regular, según los expertos, basta con caminar a paso ligero unos 30 o 40 minutos al día. Si queréis ampliar información sobre la campaña, podéis acceder a la web de la Fundación del Corazón a través de este enlace, además, no dejéis de consultar a vuestro médico y solicitar una analítica para descartar que las navidades os hayan pasado factura, o para ponerle remedio.
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