Según un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos desperdicia casi la mitad del marisco comestible que se captura, algo que resulta sorprendente después de saber que la disponibilidad de pescado y marisco está amenazada por la sobrepesca, por las prácticas de cultivo insostenibles, por la acidificación y contaminación de los océanos, etc. A esto hay que sumar el crecimiento de la población mundial que provoca un incremento de la demanda de estos alimentos, o las recomendaciones que realizan las agencias de salud para que los consumidores incluyan el pescado y el marisco en su dieta para mejorar la salud.
Precisamente hace unos días podíamos saber que en Estados Unidos se llevará a cabo un plan que tiene como objetivo reducir el desperdicio alimentario en un 50% para el año 2030, para alcanzar este objetivo se ha realizado una alianza en la que participarán el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la Agencia de Protección Medioambiental, agencias humanitarias y religiosas, el sector privado de la industria, los gobiernos estatales y el Gobierno Federal, de todo ello hablábamos aquí. Según datos de estudios anteriores, en el país se llega a desperdiciar hasta el 40% de todos los alimentos que producen, sin duda, toda una pérdida de recursos y una situación denunciable.
Según los expertos, el desperdicio de mariscos se produce en todos los eslabones de la cadena alimentaria, aunque apuntan como principal responsable a los consumidores, atribuyéndoles entre un 51% y un 63% del total de marisco desechado, la industria pesquera desperdicia entre un 16% y un 32% de las capturas y al sector de los minoristas y la distribución se le atribuye un desperdicio de entre un 13% y un 16%, siendo éste el que menos cantidad desperdicia de los eslabones de esta cadena alimentaria. Los expertos han querido cuantificar el nivel de desperdicio a fin de poder llevar a cabo una eficaz intervención en la reducción del volumen de alimentos marinos que se tiran a la basura o se desperdician.
En la investigación se analizaron los datos de los desechos de la oferta de mariscos comestibles comprendida entre los años 2009 y 2013, se estima que entre el 40% y el 47% de la oferta total de este alimento se desperdició. En términos de volumen, los consumidores desperdiciaron 589.670.081 de kilos anuales, la industria pesquera 258.547.651 kilos, y el sector de la distribución y los minoristas sorprendentemente sólo 150 kilos (es un dato dudoso y difícil de creer). Estas cantidades son más que suficientes para satisfacer las necesidades dietéticas (proteínas y ácidos graso Omega 3) de más de 22’5 millones de personas al año, y hay que decir que estas estimaciones nutricionales son de carácter ilustrativo y pretenden llamar la atención sobre la importancia y magnitud del problema.
Los expertos consideran que una buena parte de este desperdicio alimentario es prevenible y podría recuperarse para el consumo humano, dejan claro que no tienen la intención de sugerir que todo el desperdicio de marisco que se realiza debería convertirse en alimento. Un ejemplo que citan son las capturas incidentales, es decir, marisco que se pesca y que debe ser devuelto al agua por varios motivos, porque no sea un producto consumible, porque no tenga el valor comercial deseado, porque no sea seguro para el consumo o porque no sea nutritivo entre otras razones. Se podría citar también el tamaño o si se ha pescado en temporada de veda, por lo que una parte de la pérdida que se produce en la industria pesquera es inevitable. Se aboga por crear un sistema que sea sostenible y eficiente en el que estén implicados gobiernos, industria pesquera y consumidores para intentar reducir este desperdicio de alimentos y recursos.
Los expertos comentan que resulta sorprendente que por un lado se aconseje incrementar el consumo de pescado y marisco para mejorar la salud, mientras que la cadena de suministro está gravemente amenazada por los motivos antes citados, dada la magnitud del problema, es imperioso trabajar urgentemente para reducir el elevado volumen de desperdicio de este alimento. Esta investigación se presenta en el momento adecuado, como ya hemos comentado, se ha puesto en marcha un plan para la reducción del desperdicio alimentario en Estados Unidos y estos datos pueden ser de gran ayuda en el objetivo marcado.
Los investigadores consideran que es necesario conocer mejor los datos sobre la pérdida de mariscos en el país, sobre todo sabiendo el papel tan importante que tienen en la nutrición humana. El estudio es extenso e interesante, nos puede dar una idea del volumen de alimentos en general que se podrían aprovechar si se gestionaran correctamente. Es necesaria una profunda revisión de la cadena de suministro de productos del mar para empezar a adoptar las medidas que logren aprovechar buena parte de los desperdicios, por ende, se mejorará la disponibilidad de pescado y marisco, pues se podría reducir la actual sobrepesca.
No estaría mal realizar un estudio sobre el desperdicio de alimentos marinos en toda la cadena de suministros del mar en Europa, e incluso a nivel mundial, para darnos cuesta hasta qué punto se están desperdiciando recursos y alimentos. Podéis conocer más detalles de esta investigación a través del artículo publicado en la revista científica Global Environmental Change.
Foto | f514nc0
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