Acabamos de conocer un informe publicado por Greenpeace para determinar la presencia de residuos de plaguicidas en las manzanas que se producen en la Unión Europea, todas las muestras de manzanas se sometieron al análisis de un laboratorio independiente alemán que utilizó una técnica de análisis de residuos múltiples, capaz de identificar una amplia variedad de plaguicidas y sus metabolitos. Lo más destacado de este informe es la confirmación, según los datos del laboratorio, de que las manzanas ecológicas no tienen residuos de plaguicidas.
Greenpeace recogió un total de 126 muestras de manzanas procedentes de 11 países europeos (Bélgica, Alemania, Austria, Eslovaquia, Bulgaria, Italia, Francia, Países Bajos, Suiza, Polonia y España), 109 producidas de forma convencional y 17 producidas de forma ecológica. Según el análisis, el 91% de las manzanas convencionales contenían uno o más residuos detectables de plaguicidas. Las manzanas con más residuos detectables procedían de Bulgaria, por otro lado, las medias más elevadas de residuos por muestra se encontraron en las manzanas procedentes de España, con un 4’3, le sigue Bulgaria con 4 y los Países Bajos con 3’4 tipos de residuos de plaguicidas.
Las manzanas son una fruta que se relaciona con la salud y se podría decir que es uno de los alimentos que menos sospechas podrían despertar sobre la presencia de residuos químicos. Lo cierto es que en mayor o menor proporción todas las frutas contienen restos de productos fitosanitarios, siempre por debajo de los límites permitidos por la Unión Europea. Sobre este tema, merece la pena retomar la lectura del informe de la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) dado a conocer en marzo del presente año, en el que se concluía que más del 97% de los alimentos de la UE contienen plaguicidas dentro de los límites legales.
Con respecto a los diferentes productos fitosanitarios, el grupo que se encontró con más frecuencia fue el de los fungicidas e insecticidas con 20 y 16 tipos identificados respectivamente, el resto estaba formado por dos tipos de acaricidas y el metabolito THPI del captano. Según el informe, el THPI fue la sustancia más detectada estando presente en 76 de las muestras, le sigue el captano identificado en 20 muestras, el boscalid en 19 muestras, el primicarb en 18 y el clorpirifos etil en 15. Según el análisis se identificaron dos plagicidas que no están aprobados por la Unión Europea, la difenilamina en una muestra española y el etirimol en una muestra de Polonia.
Greenpeeace apunta que en el caso de la difenilamina, es posible que su presencia se haya debido a una contaminación cruzada durante el almacenamiento o empaquetamiento junto a manzanas de países no comunitarios, ya que se trata de un producto que se utiliza en terceros países como tratamiento tras la cosecha. Sobre el etirimol se apunta que es posible que su presencia sea el resultado de la degradación del bupirimato, un fungicida que se suele utilizar para tratar el oidio, un hongo parásito que afecta a diferentes frutas. Según el indicador de carga tóxica del laboratorio alemán, 14 de los tipos plaguicidas detectados son considerados como los más tóxicos para los organismos acuáticos, otros 15 se enmarcan en esta categoría por ser peligrosos para insectos beneficiosos en la agricultura, 8 de ellos afectan especialmente a las abejas. 13 de los plaguicidas detectados recibieron la calificación máxima por ser persistentes en el medio ambiente y 7 alcanzaron el mayor grado por ser bioacumulables.
En relación a los datos obtenidos de las muestras de manzanas procedentes del mercado español, éstas se adquirieron en supermercados de Madrid, Carrefour, Mercadona, Alcampo, E. Leclerc, Lidl y NaturaSi. Se destaca que además del supermercado ecológico NaturaSi, sólo Alcampo ofrecía manzanas ecológicas de producción nacional, también las ofrecía Carrefour, pero se trataba de manzanas importadas de otro país. El análisis de Greenpeace destaca que Carrefour y Mercadona son los supermercados que ofrecen manzanas con más residuos de plagicidas, concretamente se detectó la presencia de 7 plaguicidas diferentes.
En las manzanas de Alcampo se detectó la presencia de difenilamina, un producto cuyo uso no está aprobado en la UE. Se trata de un producto químico que se utiliza como tratamiento después de la cosecha en terceros países, como hemos indicado antes, la organización ecologista cree que la presencia de este producto se debe a la contaminación cruzada.
En las muestras de manzanas procedentes de la agricultura ecológica no se detectaron residuos de pesticidas, por lo que en el informe de Greenpeace no se dice nada más sobre estas muestras. En base a los resultados obtenidos, se hace hincapié en la necesidad de cambiar las actuales prácticas agrícolas convencionales basadas en el uso intensivo de sustancias químicas, Greenpeace recomienda reducir y terminar eliminando el uso de estos productos fitosanitarios, es decir, abandonar el actual sistema industrial y trabajar con prácticas agrícolas ecológicas. Se recomienda gestionar el suelo, poner en marcha el control biológico de plagas, elegir las variedades de manzanas que sean más resistentes y que estén adaptadas a las condiciones de cada región de cultivo, trabajar con los sistemas de rotación adecuada a los cultivos (en este caso sería interesante saber cómo se lleva a cabo la rotación con los campos de manzanos) y diversificar los sistemas agrícolas para poder sustituir los plaguicidas en la producción.
Hay que decir que hubiera sido interesante realizar un análisis de muestras de manzanas procedentes de terceros países, recordemos que al mercado comunitario llega un considerable volumen de manzanas de fuera de la UE. Precisamente estas manzanas se podrían considerar las más peligrosas, ya que según el análisis realizado por la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea a principios de año, los alimentos procedentes de terceros países son los que más superan los límites legales de la presencia de plaguicidas, recordemos que precisamente este tipo de alimentos importados son también los que más alertas alimentarias provocan.
Es evidente que estamos menos expuestos a los pesticidas si consumimos alimentos ecológicos, el nuevo estudio se suma a otros tantos relacionados con este tema y que muestran que los alimentos ecológicos son la alternativa para estar menos expuestos a los plaguicidas organofosforados, utilizados principalmente en el control de plagas y siendo los pesticidas más utilizados en la actualidad.
Os invitamos a leer el informe de Greenpeace (Pdf) para conocer más detalles sobre el tema, además de llamar la atención sobre la presencia de estos restos de pesticidas cuyos límites están por debajo de los niveles máximos permitidos marcados por la UE, se destaca la poca oferta de manzanas ecológicas presentes en los supermercados españoles.
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