Según un estudio realizado por TNS, empresa líder en investigación de mercado que pertenece a la red de empresas Kantar Grup Company, más de la mitad de los españoles no entienden la información sobre la fecha de caducidad. Los resultados del estudio muestran que existe confusión entre lo que significa la leyenda de consumo preferente y la fecha de caducidad. A pesar de que durante los últimos años se ha vertido mucha información sobre este tema, no parece que se haya avanzado mucho.
Este dato contrasta con la cantidad de españoles que miran la fecha de caducidad de los alimentos antes de comprarlos, curiosamente y según la investigación, 6 de cada 10 españoles aseguran que consultan esta información. A pesar de que el porcentaje de consulta se establece en un 60%, para una buena parte de los consumidores la información sobre la caducidad o consumo preferente de los alimentos no es comprensible, lo que demuestra que es necesario mejorarla.
El estudio titulado “Eurobarómetro sobre desperdicio de alimentos y marcado de fechas” ha sido solicitado por la Comunidad Europea y se basa en una encuesta realizada el pasado mes de septiembre a una muestra de 1.007 consumidores de todo el país, pero no se proporcionan datos sobre la edad de los participantes, el nivel educativo, el reparto realizado por Comunidades u otros datos que se pueden considerar importantes a la hora de interpretar los resultados. A esto hay que añadir que se puede considerar que se trata de una muestra muy pequeña.
En la encuesta realizada se preguntó a los participantes sobre el significado del mensaje “Consumir preferentemente antes de…” que aparece en algunos productos alimentarios. Esta información hace alusión a la fecha óptima de consumo, es decir, si se sobrepasa esta fecha el alimento no ofrece todas sus cualidades organolépticas o nutricionales, pero en ningún caso quiere decir que el alimento ya no se pueda comer y que se deba tirar a la basura. A esta pregunta un 49% de los consumidores contestaron correctamente, mientras el 51% restante respondió erróneamente, como por ejemplo, que se puede consumir con seguridad hasta esa fecha, posteriormente ya no se puede consumir, o respuestas con poco sentido como ‘depende del tipo de alimento’.
Sobre el significado de la fecha de caducidad que aparece en un producto alimentario, el 45% de los participantes del estudio contestaron correctamente, afirmando que la fecha corresponde al límite de consumo del alimento con seguridad y sin riesgos de sufrir una toxiinfección alimentaria. Por lo tanto, el 55% restante de los encuestados respondieron de forma incorrecta a la pregunta.
Sobre las etiquetas que indican que el producto debe consumirse antes de un determinado número de días (quizá son menos comunes), un 60% de los encuestados contestó que una vez superado, seguirían consumiéndolo siempre y cuando el envoltorio estuviera en perfectas condiciones y el alimento presentara un buen aspecto. El 31% de los encuestados asegura que tirarían el producto a la basura, un 7% responde que depende del tipo de alimento lo desecharían o no. TSN explica que esta última respuesta no es del todo correcta, ya que la recomendación que realiza la Unión Europea y el Ministerio de Sanidad es la de no superar el límite de días que se considera apto para el consumo.
Es interesante contrastar los datos de este estudio con los datos obtenidos por las recientes investigaciones realizadas por la Consultoría Berbés Asociados y el Centro Tecnológico Ainia, de ellas hablábamos aquí. Destacamos una de las conclusiones de la encuesta realizada por Ainia el pasado mes de febrero a 2.500 consumidores de todo el país y de diferentes segmentos de edad, los resultados mostraban que el 90% de los encuestados leen las etiquetas en el momento de compra y un 65% afirmaba que siempre las lee. Por otro lado se destacaba que la información en la que más se fijan los consumidores es la fecha de caducidad o de consumo preferente, pero si como concluye TNS, más de la mitad de los consumidores españoles no entienden esta información, de poco sirve que se consulte.
Quizá es necesario que empiecen a aplicarse soluciones como la etiqueta alimentaria inteligente presentada por investigadores de la Universidad de Pekín (China), es capaz de controlar la caducidad de los alimentos y se apunta que podría resolver el problema del control de los alimentos y otros productos perecederos. De todos modos, hay que decir que durante los últimos años se han presentado diferentes tipos de etiquetado inteligente que pueden resolver el problema de no comprender los mensajes sobre consumo preferente, fecha de caducidad, etc. Podéis conocer más detalles del estudio a través de este artículo publicado en la página web de TNS.
Foto | USDA
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