Según los resultados de un estudio publicado en la revísta Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, realizado por la dermatóloga Eunyoung Cho de la Universidad de Brown (Estados Unidos), tomar un vaso de vino blanco al día incrementa el riesgo de sufrir cáncer de piel en un 13%. Hasta la fecha no estaba clara la relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de desarrollar un carcinoma de piel de células escamosas, tipo de cáncer que se origina cuando las células en la piel comienzan a crecer sin control y que suelen aparecer generalmente en aquellas áreas del cuerpo que se exponen al sol.
La asociación entre la enfermedad y la exposición solar está constatada, ahora, según las conclusiones obtenidas, el vino blanco sería otro factor de riesgo, destacando que es la única bebida alcohólica que se ha asociado de forma independiente al riesgo de sufrir un melanoma. La experta comenta que se desconoce esta relación, por lo que habrá que seguir pistas como el nivel más elevado de acetaldehído en el vino blanco en comparación con los licores o la cerveza. Este compuesto es un líquido volátil, incoloro y con un olor característico ligeramente afrutado, que es 20 veces más tóxico que el alcohol y ha sido considerado como un posible carcinógeno.
Un vasito de vino blanco al día (12’8 gramos) incrementa en un 13% el riesgo de sufrir este tipo de cáncer, pero si el consumo es de 20 gramos, el riesgo de desarrollar la enfermedad en el torso se incrementa hasta un 73%, si se compara con quienes no consumen alcohol. En cambio, el riesgo de sufrir el cáncer en el cuello, cabeza o extremidades se elevaría sólo un 2%. Esto es algo a lo que también se le debe dar explicación. Antes hemos comentado que el carcinoma de piel de células escamosas aparece en aquellas zonas del cuerpo de mayor exposición solar, sin embargo, en el caso del vino, la enfermedad aparece en las áreas del cuerpo que están menos expuestas al sol, de ahí esa variación de porcentajes.
Para la experta y su equipo los resultados son sorprendentes, sobre todo al constatar que el vino blanco es la única bebida que se asocia al incremento del riesgo de sufrir la enfermedad en el torso. Sin embargo, habla en favor del vino indicando que, aunque el vino tinto y blanco pueden tener cantidades similares de acetaldehído, los antioxidantes presentes en la bebida pueden compensar el riesgo, de todos modos, será necesario desarrollar nuevas líneas de investigación para arrojar un poco más de luz a esta asociación.
De momento no se ha determinado la importancia clínica y biológica del descubrimiento, pero se apunta que quizá hay que tener en cuenta, en el marco de estrategias a seguir para prevenir el cáncer de piel, así como de otros tipos de cáncer, limitar la ingesta de bebidas alcohólicas. En la investigación se analizaron los datos de consumo de alcohol de 4.234.416 participantes de tres estudios en los que se realizó un seguimiento a largo plazo. En ese tiempo se tomaron datos periódicamente sobre el consumo de alcohol y de otros tipos de bebidas. Se identificaron 2.938 casos de carcinoma de piel de células escamosas, según los análisis, el consumo de alcohol adicional de 12’8 gramos por día se asoció con un aumento del 22% en el riesgo de sufrir la enfermedad, siendo mayor en el caso del vino blanco como ya hemos comentado.
Aquí nos explican que aproximadamente un 3’6% de los casos de cáncer en el mundo (de colón, piel, páncreas, hígado, etc.) se atribuyen al consumo de alcohol, esto se debe a que el etanol presente en el alcohol se metaboliza en el organismo convirtiéndose en acetaldehído, compuesto responsable de la aparición de la resaca que además puede dañar el ADN. Los expertos comentan que con otras bebidas alcohólicas como los licores, la cerveza o el vino tinto, no se apreció de un modo significativo el aumento del riesgo de sufrir la enfermedad, un consumo medio de 20 gramos diarios aumenta el riesgo en un 3%.
Los expertos comentan que en el caso de los bebedores, los riesgos y beneficios del consumo de alcohol tienen que considerarse de forma individual, incluyendo además el riesgo de sufrir cáncer de piel. Evidentemente, los resultados de este estudio no van a gustar a los bodegueros que elaboran vino blanco, pero hay que tener en cuenta que hay muchas incógnitas que no se han desvelado y que es necesario que se realicen nuevos estudios para ratificar los resultados, no es la primera vez que las conclusiones de una investigación terminan siendo desmentidos.
Podéis conocer más detalles del estudio a través de la página oficial de la Universidad de Brown, y en este otro artículo publicado en la revista científica PublMed.
Foto 1 | Shunichi kouroki
Foto 2 | Ken Hawkins
No hay comentarios:
Publicar un comentario