El Estudio ANIBES es una investigación que se realiza en nuestro país a través de encuestas de alimentación y nutrición, contemplando una muestra representativa de la población y utilizando las nuevas tecnologías para la recogida, registro y análisis de los datos. En este trabajo de investigación se unen la evaluación y datos antropométricos, la ingesta de macronutrientes y micronutrientes, así como el nivel de actividad física y datos socioeconómicos de la población y lo realiza la Fundación Española de Nutrición (FEN) con la participación de un comité científico de expertos y la colaboración de Coca-Cola Iberia. Esperamos que esta colaboración no implique condiciones en el estudio…
Entre los objetivos del Estudio ANIBES está el poder desarrollar unas recomendaciones nutricionales, dietéticas y de actividad física que estén unificadas y adaptadas a las necesidades de la población y al estilo de vida actual, pues como sabemos, alimentación y actividad física son los pilares de un buen estado de salud, pues previene lo que ya se considera una pandemia, el sobrepeso y la obesidad, y en consecuencia, las enfermedades que derivan de estos problemas de salud, pues no es sólo una cuestión estética. Podéis ampliar esta información accediendo a la web del programa.
El caso es que recientemente se ha publicado la investigación coordinada por la FEN titulada ‘Distribución de macronutrientes y fuentes alimentarias en la población española’, con los resultados obtenidos del estudio científico ANIBES, en la revista científica Nutrients. Con ello, podemos conocer detalles sobre los hábitos de la población actual, como datos antropométricos, cuál es la ingesta de macronutrientes y micronutrientes, cuáles son las principales fuentes, cómo se distribuye el consumo de hidratos de carbono (incluyendo los azúcares libres), los lípidos (ácidos grasos saturados, poliinsaturados, monoinsaturados…), las proteínas, la fibra y el alcohol según el sexo y la edad, así como el nivel de actividad física de la población española, e incluso datos socioeconómicos, entre otras cosas.
Para ver toda esta información a golpe de vista han preparado una infografía que podéis descargar a través de este enlace (Pdf). Podréis ver que la muestra representativa es de sólo 2.285 individuos con edades comprendidas entre los 9 y los 75 años, un 50’4% hombres y un 49’6% mujeres, y clasificando cuatro grupos de edad, niños de 9 a 12 años, adolescentes de 13 a 17 años, adultos de 18 a 64 años, y mayores de 65 a 75 años.
El Prof. Dr. Gregorio Varela-Moreiras, Presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), Director del Grupo de Investigación en Nutrición y Ciencias de la Alimentación (CEUNUT) y Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, explica algo evidente, los patrones de alimentación y estilo de vida han cambiado en las últimas décadas, en algunos casos se han dado cambios positivos, por ejemplo, hay una mayor disponibilidad de alimentos y son más accesibles, además hay mayor seguridad alimentaria, pero esto no quiere decir que la elección de alimentos que realiza cada individuo sea la adecuada, de hecho, sabremos que no lo es, y que además aparecen nuevas tendencias que alejan a la población del patrón de la dieta mediterránea.
En cuanto a las recomendaciones sobre el consumo de macronutrientes, como comentábamos, no hay consenso, por un lado van las que proporciona la Organización Mundial de la Salud (OMS), en principio de la mano de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y por otro está la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA).
Según leemos en el informe de presentación de este estudio, la OMS y la FAO recomiendan que entre el 50% y el 75% del total de energía que se consuma provenga de los carbohidratos, mientras que la recomendación de la EFSA es que esté entre el 45% y el 60%. También hablan de recomendaciones en relación al consumo de proteínas y de grasas, pero no por parte de todas las entidades de salud y seguridad alimentaria, insistimos en que no hay consenso y es porque no hay evidencias científicas.
En lo que sí se coincide es que para llevar una dieta equilibrada es necesario comer una cantidad mínima de proteínas (0’8 gramos por kilo de peso), lo mismo sucede con las grasas, no se pueden eliminar ni consumirse menos del 20% de la energía que aporta la dieta, porque ejercen un importante papel en nuestro organismo, mientras que la recomendación sobre los carbohidratos se basa en no sobrepasar un máximo, porque el exceso puede provocar efectos negativos, entre otras cosas porque hace que se reduzca el porcentaje de proteínas y grasas.
Aun así, os dejamos con algunas conclusiones del profesor Gregorio Varela-Moreiras en base a los resultados de este estudio, dice: ‘en la investigación hemos observado que la ingesta de proteínas se encuentra muy por encima de los límites recomendados, que están fijados en el 15% de la energía total’. En la infografía podéis consultar cuáles son las fuentes de este macronutriente y del resto.
Foto | metrx.com
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