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jueves, 23 de febrero de 2017

Se está demonizando el azúcar, y hay quien cree que sin razón

Impuesto azúcar en España

Los argumentos en defensa del azúcar que realizan quienes sacan beneficio de este negocio es de risa. Hoy leemos una noticia publicada durante la jornada de ayer en EfeAgro en la que hablan sobre los productores de azúcar y su esperanza de que el Gobierno español dé marcha atrás y no aplique el impuesto del azúcar a los refrescos. Pues bien, en dicha noticia, el presidente de la Sociedad Cooperativa General Agropecuaria (ACOR), Carlos Rico, dice: “Se está demonizando un producto que, consumido en su justa medida, es saludable. El consumo per cápita de azúcar en España no es elevado, es mucho más alto en Brasil o Cuba, y su índice de obesos es menor. O en Bélgica, que multiplica por 1,3 veces el consumo español y tampoco tiene más obesos”.

Para empezar, debería acompañar eso de que ‘el azúcar consumido en su justa medida es saludable’ con un estudio científico independiente que lo demuestre, con esto ya deja claro que es mejor dejar de escuchar o de leer sus declaraciones. Y argumentar que otros países consumen más azúcar que España y que tienen un índice de obesos menor (cosa que no es real) nos parece una respuesta de pataleta, muy poco seria e incluso irrespetuosa.

Las declaraciones de este señor y de las de otros profesionales del sector del azúcar son parte del resultado de la reunión de la Mesa del sector remolachero-azucarero presidida por la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que tuvo lugar el pasado martes. Y según el presidente de la Asociación de Fabricantes de Azúcar de España, Juan Luis Rivero, la ministra mostró su apoyo al sector, comunicándoles que ‘la situación es muy preliminar’ porque no hay ni un borrador en el que se definan las características del supuesto nuevo gravamen.

Recordemos que el Gobierno español anunció a finales de noviembre de 2016 que aplicaría un impuesto a las bebidas con alto contenido en azúcar, afectando principalmente al sector de los refrescos, igual que han hecho otros países. Sobre ello hablamos en el post que titulamos ‘El 2016 ha sido el año del impuesto del azúcar’, donde podéis dar un repaso de los países, regiones o ciudades que han propuesto, debatido o anunciado la introducción del gravamen. En el caso de España, además de sorprendernos porque ha sido uno de los últimos países en anunciar la puesta en marcha de la medida, ya argumentaron que el cometido del impuesto sería reducir el déficit público, dejando la cuestión saludable a una posición menos relevante.

Enemigo de la salud

Por lo tanto, tampoco nos sirve el argumento de Donaciano Dujo, para una vez que el Gobierno dice la verdad… El vicepresidente de la organización agraria Asaja declaró que, si el impuesto se pusiera por una cuestión de salud, se habría pronunciado el Ministerio de Sanidad y no el Ministerio de Hacienda. Bueno, a estas alturas de la película a nadie le sorprende que a la mayoría de los mandatarios les preocupe menos la salud de la población que el dinero que puedan recoger de la misma.

Lo mismo hace uno de los que rechazan el impuesto del azúcar en España, como es el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, pues es donde se concentra el cultivo de la remolacha azucarera, y si se implantara el gravamen y realmente se redujera el consumo de bebidas azucaradas y en consecuencia, el consumo de azúcar, se traduciría en pérdidas económicas para esta región.

Otras declaraciones de profesionales del sector agroalimentario que están en contra del impuesto del azúcar siguen dejando en relevancia que la salud de la población es lo que menos importa, ‘el perjuicio económico que causaría a los productores un hipotético descenso del consumo’, y el impacto en la imagen y reputación del sector del azúcar, según palabras de Domiciano Pastor, secretario de Relaciones Institucionales de UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos). Pero ¿qué reputación quieren tener después de saber que la industria alimentaria ha manipulado las investigaciones científicas desde hace décadas? (podéis leer más sobre esto aquí).

En algo estamos de acuerdo, y es que este gravamen puede abrir la puerta a otros impuestos sobre productos alimentarios (¿será el próximo impuesto a los productos con aceite de palma?), pero es que, lamentablemente, este mundo se mueve por el dinero.

Foto 1 | Sinazúcar.org
Foto 2 | David Pacey

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