Si compramos una bolsa de patatas chips en el supermercado, podemos comprobar que tienen un considerable volumen y puede dar la sensación de que estén llenas, pero en realidad, sólo la mitad de su contenido son patatas, e incluso en algunos casos menos de la mitad. En realidad no es aire lo que acompaña al producto, sino una atmósfera protectora o modificada que tiene una composición de gases específica (básicamente hidrógeno) a fin de poder conservar el producto.
El caso es que hoy conocemos un estudio desarrollado por CDA Appliances, compañía de electrodomésticos del Reino Unido, cuya finalidad era averiguar por qué las bolsas de patatas chips se comercializan medio vacías y si realmente es necesario que sea así. En este estudio se pretendía saber si era necesaria y justificada la cantidad de aire que contenían las bolsas, para ello se recogieron 15 bolsas de marcas diferentes de chips y otros snacks similares, para medir la cantidad de aire y la cantidad de producto que contenían.
Utilizaron una técnica que consistía en introducir en un recipiente con agua cada bolsa cerrada herméticamente para comprobar la cantidad de agua que desplazaba. Se trata del método de desplazamiento, donde la cantidad de agua que se desplaza es igual al volumen de la bolsa. Posteriormente las bolsas se abrieron y su contenido se introdujo en bolas que se sellaron al vacío, éstas se introdujeron en el recipiente de agua utilizando la misma técnica de desplazamiento.
Según los resultados obtenidos, en variedades como las Popchips Barbecue, el contenido de aire de la bolsa era de un 72%, siendo la marca que más aire introducía en sus bolsas de todas las analizadas, otras marcas como Wotsits contenían sólo un 18% de aire siendo la cantidad más baja de toda la muestra, la diferencia entre ambas es notable. Aunque pueda parecer una estafa que las bolsas se presenten medio vacías de producto y casi llenas de aire, tiene una explicación lógica.
Como hemos comentado, no se trata de aire, sino de una atmósfera formada por otros gases como el nitrógeno, y su objetivo es evitar la oxidación y degradación del producto, la presión modificada facilita que las patatas se conserven mejor, evitando su aplastamiento o rotura, además, el propio envase termosellado sufre menos daños. El caso es que cuanta más cantidad de gas contiene la bolsa, mayor es el tiempo de conservación. En el caso de las Popchips Barbecue, afirman que se pueden conservar hasta 290 días y no tienen conservantes artificiales, en el resto de variedades el tiempo o fecha de caducidad se reduce hasta los 55 días aproximadamente, la razón parece que es precisamente el menor contenido de nitrógeno.
Lo importante es el peso del producto y que este sea el indicado en el envase por muy voluminoso que sea. Otro detalle a tener en cuenta, la temperatura donde se exponen las bolsas de chips es otro condicionante, a mayor temperatura, más volumen adquieren las bolsas debido a que el gas se expande, si la temperatura es fría, el volumen de las bolsas se reduce. Algunas personas creen que es una tomadura de pelo tanta bolsa para tan pocas patatas, pero como ya hemos comentado, no es así, basta con comprobar el peso del producto para confirmar que coincide con el indicado en la bolsa. El problema es que se sigue comiendo con los ojos.
Si se cuestiona el precio del producto, ¿la adición de mayor cantidad de hidrógeno encarece el producto?, ¿la cantidad utilizada es exagerada o podría utilizarse menos cantidad de gas? A continuación podéis ver una infografía que describe todos los experimentos realizados, así como la cantidad de aire (atmósfera modificada) que contenía cada una de las variedades analizadas.
Podéis conocer más detalles de este estudio a través de la página web de CDA Appliances.
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