Durante el último año, en el Reino Unido se ha producido un aumento del 104% en el registro de marcas de cerveza artesana, esto es el resultado de la gran popularidad que tiene esta bebida en el país. A la elaboración de cerveza artesana se suman distribuidores, supermercados y grandes empresas que aprovechan la popularidad de este sector para lanzar sus propias bebidas artesanas, apresurándose a registrar sus marcas.
Según los datos de la Oficina de Propiedad Intelectual, nombre operativo de la Oficina de Patentes, en el año 2007 se registraron 968 marcas, 1.666 en 2015 y en 2016 un total de 1.983, y los datos apuntan a que este año posiblemente se supere esta última marca. El año pasado se inauguraron 520 nuevas cervecerías en el Reino Unido, lo que supuso un 33% más que en 2015 con 336 nuevas aperturas, como ya comentábamos aquí, esto supone que cada semana se abrían en el país 10 nuevas fábricas de cerveza artesana.
En el año 2014, un informe de la organización CAMRA (Campaign for Real Ale) determinaba que el Reino Unido era el país con más fábricas de cerveza artesanal per cápita del mundo, ya entonces el número de las nuevas cerveceras que se abrían era significativo, nada menos que 170. Apenas hace tres años se podían encontrar 1.285 fábricas con una oferta que rondaba las 19.000 cervezas de barril diferentes, hoy se ha multiplicado el número de cerveceras y variedades de cerveza, lo que está provocando irremediablemente una burbuja de la cerveza artesana que más pronto que tarde terminará por explotar, teniendo que cerrar muchas de estas cerveceras tras una criba inevitable pero, quizá, también necesaria.
Sobre este tema ha realizado un estudio RPC (Reynolds Porter Chamberlain), un bufete de abogados corporativo con sede en Londres que proporciona diferentes servicios legales a las empresas en una amplia gama de sectores y prácticas industriales. Según el estudio y como ya hemos comentado, los principales impulsores en la actualidad de la oleada de nuevas marcas de cerveza artesana son las grandes compañías y los supermercados, que tienen la intención de capitalizar el continuo aumento de la popularidad de la cerveza artesana para introducir nuevos productos de estilo similar.
Las cadenas de supermercados están creando su propia cerveza artesana con nuevas marcas a pequeña escala, en realidad se podría hablar de cerveza de marca blanca, cerveza que ha sido elaborada por pequeñas cerveceras y las cadenas, lo único que hacen es crear y etiquetar la bebida con sus propias marcas. Un ejemplo que nos proporciona RPC es el comunicado de Aldi de hace unos meses, indicando que estaba introduciendo 16 nuevas marcas a su gama de cerveza artesana. Otro ejemplo es la cadena Marks and Spencer, que trabaja con un minorista de cerveza artesana que le provee de una gama de cervezas procedente de pequeñas cerveceras a nivel nacional para abastecer a todos sus establecimientos.
La cerveza artesana se ha convertido en el Reino Unido en un elemento clave para captar consumidores, además de las cadenas de supermercados, hay que citar las grandes compañías de cerveza que se han lanzado a la compra de pequeñas empresas cerveceras a fin de poder asegurarse un trozo del pastel. Es la degradación de una industria que destacaba por su carácter independiente y que estaba triunfando a pasos agigantados, no es extraño, por tanto, que la Sociedad Británica de Cerveceros Independientes haya creado un nuevo sello para certificar que la cerveza que saborea un consumidor procede realmente de una pequeña empresa artesana independiente y no de una gran compañía, de ello hablábamos aquí.
Por otro lado, RPC comenta que en este auge de creación de nuevas marcas también han participado en gran medida las nuevas cerveceras independientes que se están instalando en todo el Reino Unido. Son pequeñas empresas que están alentadas por el éxito de otras empresas, como es el caso de Camden Town, adquirida en el 2015 por 85 millones de libras por la compañía internacional Ab InBev, empresa multinacional belga considerada la mayor cervecera del mundo. Otro caso de éxito es Meantime, que también ha caído en manos de Asahi, compañía cervecera japonesa.
El volumen de nuevas cerveceras y nuevas marcas crece imparable, el auge que ahora experimenta el sector en el Reino Unido trae forzosamente el trabajo de pequeñas empresas y compañías para proteger su propiedad intelectual, de hecho, Reynolds Porter Chamberlain, augura un incremento de las disputas por las marcas, algo que posiblemente favorezca a este bufete de abogados. PRC explica que esta es un área innovadora del mercado, las marcas de cerveza artesana son apreciadas por los consumidores por los métodos de la elaboración, por sus ingredientes y por las cualidades de la bebida, pero una buena parte de estas pequeñas cerveceras no prestan atención a algo tan importante como el registro y la protección.
Los responsables del bufete comentan que las disputas legales pueden ser costosas y perjudiciales, por lo que es razonable que las empresas se aseguren de que están protegidas desde el principio. Se citan como ejemplo algunas disputas, como la protagonizada por la cervecera artesanal BrewDog, que emitió una advertencia legal contra un pub en Birmingham para evitar que adoptara el nombre de ‘Lone Wolf’, nombre de uno de los productos de la cervecera.
Nos sorprende que todavía no se hable de burbuja cervecera, ese crecimiento no es gradual y tampoco asumible, son muchas las empresas que quieren participar en el negocio, lo que posiblemente precipitará lo que hemos comentado anteriormente, el fin del crecimiento y una criba de pequeñas empresas.
Foto 1 | Allagash Brewing
Foto 2 | Domaine Hudson
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