La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha dado a conocer los datos relativos al Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos de julio de 2018. Como ya os hemos comentado en otras ocasiones, el IPOD es un indicador que analiza algunos productos de la cesta de la compra, para que podamos tener una idea sobre lo que se paga por los productos en el campo, y lo que los consumidores pagamos en el mercado.
En el IPOD de julio la diferencia porcentual general origen/destino se estableció en un 4’51%, lo que supone una bajada de 0’65 décimas respecto al mes de junio, lo que muestra que se ha aplicado una política de contención de precios, sólo tres productos han superado la barrera imaginaria del 500% de diferencia. Lo más significativo del indicador de este mes es la diferencia de precio de la sandía, que alcanza el 940%, duplicando la diferencia registrada en el mes de mayo que alcanzó el 470%.
En origen, el kilo de sandia se cotizó a 0’10 euros, lo que supone una caída de 13 céntimos respecto al precio del mes de mayo, esta reducción se ha trasladado en su totalidad al consumidor ya que en el mercado, pagamos una media de 1’04 euros por kilo, es decir, 27 céntimos menos que en el mes de mayo, mes en el que las cotizaciones de esta fruta caían semana tras semana coincidiendo con el aumento de la demanda. Esta situación propició que la coordinadora solicitase a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) que abriera una investigación para determinar si existía un pacto entre los principales operadores comerciales para presionar a la baja de una forma ilegal la cotización de las sandías en el campo.
Una caída del 74% del precio resulta inexplicable para la coordinadora, sobre todo sabiendo que la producción ha sido algo menor que el año pasado en las principales zonas productoras y que la demanda de esta fruta se ha incrementado significativamente. Para COAG es evidente que no han funcionado con normalidad los fundamentos y mecanismos del mercado de la oferta y la demanda, de ahí la mencionada solicitud para saber el por qué. Según los datos del IPOD, a pesar de la reducción del precio en el mercado, los consumidores hemos pagado 10’40 veces el valor de la sandía en el campo, por lo que se puede hablar de precios abusivos y especulativos.
El segundo producto que aparece destacado en este ranking de las diferencias especulativas de precio son los ajos, alimento habitual en la lista de productos con una elevada diferencia de precio entre lo que se paga en el campo y lo que se paga en el mercado. La diferencia porcentual se estableció en un 772%, prácticamente la misma registrada en el mes de mayo, que alcanzó el 781%. En origen, el kilo de ajos se cotizó a 0’60 euros, un céntimo más que en el mes de mayo, y en el mercado pagamos una media de 5’23 euros por kilo, lo que supone un aumento de tres céntimos. Esto muestra que el aumento de precio en origen se ha trasladado al consumidor, y algo más, los intermediarios han ampliado un poco más su margen de beneficios.
El último producto que se destaca por superar la barrera imaginaria del 500% es el calabacín, la diferencia porcentual se estableció en un 763%, 37 décimas menos que en el mes de mayo. En origen, el precio por kilo se mantuvo en 0’16 euros, sin embargo, en el mercado su cotización se estableció en 1’38 euros/kilo, lo que supone una reducción de 6 céntimos. Los datos registrados en el IPOD de julio son mejores que los registrados en años anteriores en el mismo periodo, parece que, de momento, se ha establecido una política de contención de precios, aunque ya sabemos que el IPOD no es estable y que se pueden producir variaciones significativas de un mes para otro.
Algunos productos se acercan peligrosamente a la barrera imaginaria del 500%, las aceitunas entamadas, las acelgas, los albaricoques, los melones o el repollo, algunos como el melón es probable que muestren un repunte en la diferencia de precio origen/destino del mes de agosto. Sobre los productos con márgenes más comedidos destaca el aceite de oliva virgen extra, siendo el que tiene una menor diferencia de precio en su trayecto del campo a la mesa, en origen se cotizó a 2’75 euros/kilo y en el mercado el precio medio fue de 5’01 euros, lo que indica que los consumidores pagamos 1’82 veces el valor del aceite en el campo.
En definitiva, no son resultados malos, pero tampoco son lo buenos que cabría esperar, merece la pena destacar que ni una sola vez en la historia del IPOD se ha presentado un indicador donde todos los productos se encuentren por debajo de la barrera del 500%. Podéis conocer más detalles del IPOD de julio de 2018 a través de la página oficial de COAG.
Foto 1 | dstrelau
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